Etiqueta: pobreza

Los amores no son así…

En “Los Amores”, uno de los pueblos de La Forestal, la gente se ganaba la vida cazando nutrias hasta que la naturaleza fue desbordada por la irracionalidad del modelo que sacrifica los bienes comunes al servicio de los intereses económicos de unos pocos.

En el país que yo recuerdo

Un país donde los niños y niñas tenían futuro, por la sencilla razón de que tenían presente. Donde la pobreza podía aún ser digna, porque no había indigencia. Donde se podía decir “para comer no nos falta”.  Se definía por lo que no se alcanzaba. No por aquello de lo cual se carecía.

Pena de vida

Los estados de necesidad extrema no son delitos, aunque sí son delitos de lesa humanidad los gerenciamientos que decretan penas de vida a miles de personas humanas. Hoy es más importante cuidar a personas no humanas que a las personas humanas que intentan mantener la humanidad residual que aún los habita.

Los muertitos en las alas de las mariposas

Dicen que hoy bajan por acá desde todos los cielos. No tienen, como en Michoacán, millones de mariposas monarca que los traigan enancaditos en sus alas. Pero tienen en esta primavera humilde y deshilachada su mariposerío modesto que los depositará en los hombros de los que sufren. En los pañuelos blancos.

Comer, dormir y morir en la basura

Una sociedad desigual termina concibiendo como desechos a quienes viven de la recolección de la basura. Mañana la Legislatura porteña tratará un proyecto para multar a quienes revuelvan los contenedores. En Bariloche, el municipio advierte por personas que duermen en containers. Una realidad extendida a otras ciudades del país.

La diferencia entre poco y nada es mucho

Fue ese uno de los primeros aforismos implicados de Alfredo Grande. Años después,  analizando su propia implicación, tomó conciencia, tristemente, de que se trata de una política pública de la resignación.

La grieta de los farsantes

La escena de los farsantes duele en los ojos y en el alma. Duele en un futuro hecho trizas que no es el de ellos, generoso y prolífico. Sino el de la multitud a la que fueron reducidos los sectores populares, mutilados de rebeldía y amputados del deseo de transformación de un sistema que los desprecia.

La vida fuera de las agendas del debate

El debate presidencial –el primero y el segundo- es la fotografía viviente del divorcio. Hay una agenda temática que juega al como si y que se arroga la preocupación por el destino de un país en el que hay 20 millones de empobrecidos que ya no saben siquiera qué trole hay que tomar para seguir.

Negacionismo y niñez

Si el negacionismo fuera un discurso ya sería grave. Pero lo realmente grave es que la práctica negacionista es letal y no le importan las leyes. Las leyes que tienden a proteger derechos son fácilmente obviadas. Hay Imperios más fuertes que el de la Ley. El Imperio del Poder, sin ir más cerca. El negacionismo abarca mucho y aprieta más.

El yate y la visibilidad salvaje en una sociedad que implosiona

El yate, el debate y la lejanía de los que gobiernan. Lejos de la revolución, las víctimas de las dirigencias amputadas de sensibilidad no explotan: implosionan. En un fenómeno que no incomoda a los poderosos sino que destruye aún más los hilos que pespuntean una estructura social en derrumbe.

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