Categoría: Sociedad

Lo que se lleva el agua

Llueve y, con la humedad, el dolor pretérito se siente en el cuerpo arrancando jirones en la carne del miedo presente. Llueve y la solidaridad que brota desde abajo, como el agua de las alcantarillas, alivia, pero no abriga, contiene, pero no sana esa vieja deuda hecha herida lacerante en los cuerpos. Esos cuerpos a los que cuando sube el agua se les imprimen la pérdida y la falta.

Un edificio derruido en Alto la Sierra, Salta

Más de 600 niños wichí van a la escuela sin baños

Concurren 600 niñas y niños a la escuela salteña de Alto La Sierra. De adobe, con décadas de existencia, creció a fuerza de reclamos que la etnia wichí fue haciendo incesantemente. Ahora está tomada por pobladores, docentes y alumnos para reclamar por su estado. Con baños destruidos, con pozos hundidos, con paredes que se caen y techos volados.

Paciencia, confianza y sangre maldita

Hay mujeres que se cansan. Pero siguen peleando todos los días. Mientas el presidente que celebra el bicentenario de la deuda externa, sigue escribiendo por las redes, sepulta copas de leche y platos de comida, ignora la discapacidad y pide confianza y paciencia. Y miles creen que hay sangre maldita en la Argentina.

En el país de la crueldad del origen

La crueldad exige que la violencia sea erradicada, anestesiada, culpabilizada, neutralizada. La cultura represora sabe que lo único que se opone a la crueldad es la violencia. No en vano los romanos imponían la PAX ROMANA. O sea: invasión, ocupación y para que nadie osara rebelarse, trituraban toda forma de violencia. Imponiendo la paz.

Acá abajo no vive nadie

La historia desparramó gobernantes ciegos que no han visto la tierra ocupada. Roca leyó como desierto el mapa de la Patagonia. Bullrich no ve más que guanacos en Chubut. Un funcionario de Felipe Solá aseguraba que las megafactorías se debían ubicar en Chaco o Catamarca, “lugares del país donde no hay nada”. Abajo, para los gobernantes, no vive nadie.

A 40 años de la muerte del arzobispo de Santa Fe

La conjura contra Zazpe

Cuando el 24 de enero de 1984, se anunciaba la muerte del arzobispo santafesino, se llegaba al final de un proceso de vaciamiento político generado desde el interior de su propia arquidiócesis y fomentado por los sectores que alentaron el terrorismo de estado en el entonces segundo estado argentino. Era la trama íntima de la conjura.

La era Milei y la timba del hambre

Cada vez más adultos mayores que no pueden pagar sus medicamentos se acercan con el tupper para poder alimentarse y familias enteras que tienen varios empleos y changas, se suman al comedor con vergüenza porque, a pesar de los esfuerzos con el salario, ya no les alcanza para (sobre)vivir dignamente.

No es el lenguaje inclusivo, estúpido

Lo que llamamos pobres no es un dato de la naturaleza. No es derecho natural. La historia inclusiva nos permitirá entender el proceso de empobrecimiento permanente. Es decir, no es un hecho de la naturaleza, del tipo siempre habrá pobres entre ustedes. Es un hecho de esta cultura que sostiene un proceso activo de exclusión de cualquier forma de vida digna.

Déficit cero y comida de la basura

La avería de la vida

En una avenida comercial de Avellaneda, dos chicos de 14 y 10 años llegan con un carro de supermercado y se detienen ante el contenedor de basura. En esta avenida hay contenedores de basura. En el resto hay bolsas que se amontonan, que rompen los perros para disputar su propia hambre, que se arrastran a las alcantarillas, para que la pobreza, encima, se inunde.

La niña de los lápices de colores

Crimen y castigo

Una niña de 12 años intentó llevarse sin pagar fibras y lápices de una librería pampeana. La respuesta inmediata fue un operativo policial de dimensiones. En el mismo país en el que los verdaderos criminales cocinan impunemente el hambre de millones.

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