Etiqueta: hambre

El estallido del desencanto y la zozobra

El político siempre habla de aquello que no les cambia nada. Que los ignora porque no son. Hasta que un grupo de diez mercenarios seguramente organizados rompe una vidriera y los descartados de este mundo se iluminan con la posibilidad de tener aquello de lo que fueron privados con planificación y eficacia.

La entrega del poco país que va quedando

Los más empobrecidos, los nacidos de vientres desdichados, poco quieren saber de elocuentes discursos, solo tienen la convicción de que todo recaerá sobre sus espaldas. Sus miradas se posan sobre la mercadería secuestrada en vidrieras de un mercado impiadoso en los que la “libertad de comprar y vender” no figura en el catálogo de sus derechos.

Poner el cuerpo y el alma

La calle no es un lugar para vivir. Cómo pedirle a alguno de estos dos pibes que puedan pensar en un futuro. Cómo pedirles que en un tiempo no sean agresivos y quieran tener, aunque sea robando, lo que otros, pobres como ellos o de clase media de Almagro, tienen todos los días. Una cama, una taza de leche, unas buenas zapatillas.

El Rey León y los grasitas de Eva

Los grasitas de Eva votaron a Milei. Porque apareció de la nada, como un elfo. Porque grita en los actos, dice viva la libertad carajo y desprecia a todos. Les dice casta y promete que se les va a terminar. Pero defiende a Menem y la dictadura no se toca. Los nietos y los bisnietos de los grasitas de Eva engordaron en estos años una mayoría de descartados sistémicos.

Auschwitz, Jujuy y la maldad

Sobre la bondad, el pretendido bien

Se declaman los derechos, pero no se facilitan las condiciones materiales para ejercerlos. Es una declaración de derechos a personas que están encadenadas. Las violaciones sistemáticas de los derechos humanos convierten en campos de concentración incluso a una provincia.

Una bolsa de amenazas

Nadie piensa en un futuro que condiciona el crecimiento de la infancia. Y le augura una adultez compleja. Nadie sale del dedo señalador, de la amenaza inmediata, de la promesa horrible de un país minúsculo, donde no habrá lugar para la ternura ni para el chocolate caliente. Donde muchos –demasiados- quedarán afuera. Mirando la fiesta por la ventana.

Ojo por ojo, hambre por hambre, frío por frío (II)

Habitualmente las cuestiones políticas se dirimen, y a pedido de sus protagonistas, sus ejecutores materiales y sus copartícipes necesarios, en la Justicia. Obviamente, no por ansias de justicia, sino porque los diferentes niveles de impunidad están garantizados.

Ojo por ojo, hambre por hambre, frío por frío

Hablan y hablan de cosas que no han vivido. Ni hambre, ni frío, ni implacables intemperies.  Explican cómo resolver los problemas de los otros y otras, pero no los padecen. Ni los entienden.  Creen que el hambre es un porcentaje, es ganas de comer, es soñar con un mega bacon, pero el hambre es un cuchillo en las tripas.

El hombre, el colchón, el perro y el frío

El hombre, el colchón, el perro y el frío, son los convidados de piedra de una forma miserable y atroz de la democracia que no supimos revolucionar. Pero no son de piedra. Son de carne, huesos, y capaces de sentir dolor, angustia, bronca, tristeza, impotencia, dolores.

Turismo de capitales

Hoy se dice dolarización como si fuera posible. Adoptar una moneda que no podemos emitir. Pero como la subjetividad es poderosa, no sería extraño que fuera posible porque se dice. La base material de la palabra ha sido desterrada. Decir que para el hambre no hay pan duro entra en esta categoría de palabras al viento.

Buscar

Más resultados

Generic selectors
Coincidencia exacta solamente
Buscar en título
Buscar en contenido
Post Type Selectors