Etiqueta: cultura represora

Prohibido ser feliz en primavera

La fecundidad viene de lo más profundo del alma y de la tierra. La alegría generalmente es reactiva a un hecho externo. Una fecha o un regalo. En este caso, un día 21 de septiembre. Habría feliz primavera sólo y sólo si esa primavera fuera portadora de fecundidad, de fertilidad. No sólo de un renacer, sino de un nacer, una y otra vez.

El asesino, el torturador y un globo rojo

Niñas y niños que han visto a su madre violada, golpeada, humillada. Que han vivido con terror cotidiano. Cada día peor que el anterior. Ni siquiera con incertidumbre, que para muchos es la peor situación. Pero la peor situación es la certidumbre plena de que hoy la pasarán peor que ayer. 

Los únicos privilegiados no son los niños

En la actualidad de la cultura represora, los únicos privilegiados no son los niños. Apenas son un puñado de adultos que detentan más poder que el Estado Empobrecido. Así paga el diablo a sus cómplices más serviles. Ya no se trata de restaurarles privilegios. Pero sí se trata de no seguir arrancándoles sus derechos.

Los asesinos de Morena

Morena fue asesinada varias veces. Y todos y todas los y las autores intelectuales de esos asesinatos no sólo serán impunes. Serán glorificados por el capitalismo financiero y cultural

Auschwitz, Jujuy y la maldad

Sobre la bondad, el pretendido bien

Se declaman los derechos, pero no se facilitan las condiciones materiales para ejercerlos. Es una declaración de derechos a personas que están encadenadas. Las violaciones sistemáticas de los derechos humanos convierten en campos de concentración incluso a una provincia.

Ojo por ojo, hambre por hambre, frío por frío (II)

Habitualmente las cuestiones políticas se dirimen, y a pedido de sus protagonistas, sus ejecutores materiales y sus copartícipes necesarios, en la Justicia. Obviamente, no por ansias de justicia, sino porque los diferentes niveles de impunidad están garantizados.

Ojo por ojo, hambre por hambre, frío por frío

Hablan y hablan de cosas que no han vivido. Ni hambre, ni frío, ni implacables intemperies.  Explican cómo resolver los problemas de los otros y otras, pero no los padecen. Ni los entienden.  Creen que el hambre es un porcentaje, es ganas de comer, es soñar con un mega bacon, pero el hambre es un cuchillo en las tripas.

Las generaciones diezmadas

Hay muchas generaciones diezmadas y muchas generaciones saqueadas. Y el principal saqueo es el saqueo ideológico y político. La revolución fue saqueada y su lastre improductivo se llama gestión.

La estupidez artificial

Las niñas y niños son nativos digitales cautivos. En el mejor de los casos. A los más ancianos les abren las puertas de la jaula, pero no tienen dónde ir. Pero infancias y vejeces apenas sobreviven y subviven en los territorios diezmados de la naturaleza cultural analógica. Jaulas a cielo abierto, parafraseando a Alberto Morlachetti.

En el país del sí me acuerdo (II) 

En el país del sí me acuerdo el hambre  era un problema. En el país del no me acuerdo es una solución. Todas las formas de precarización, de penuria, de miseria están fría y cruelmente planificadas. No son errores, no son excesos, no son fallas, no son equivocaciones. 

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