Etiqueta: violencia

Las infancias caen bajo la metralla de la desocupación, de las drogas ilegales, de la farmacología legal, del hambre crónica acompasada por los masters chef,  de la soldadesca narco. Sea para el cañón, para la perversión o para la elección, la carne sacrificada será siempre la misma.

Lo asegura un informe de la UCA. En un conurbano con una población de unos 8.200.000 pibes y pibas, 7 de cada diez son pobres y el 16,3%, indigentes: no comen, viven en la calle o en un asentamiento y su escolarización es escasa. El 15 % tiene hambre. Mientras tanto, el poder discute desde sus propias ambiciones.

A Jeremías lo mataron en el barrio la Cerámica del norte rosarino. Tenía quince años. Frente a su casa hay un bunker. Todos tienen miedo y Jeremías se convirtió en el asesinato 111. En el mismo barrio, el sábado mataron a dos chicos de 14 y 15 años. Paren de matar, escribe Carlos del Frade.

Celestino, de 82 años, era la síntesis de la ciudad saqueada. El balazo que le arrancó la vida dentro de su casa surge del negocio impune de las armas y las balas. Lo mató la nueva ciudad, resultado de la brutal parábola que fue del mapa obrero al archipiélago narcopolicial.

En las últimas semanas, dos adolescentes fueron asesinados por la policía de Misiones. Declaran cuatro efectivos involucrados en el asesinato de Josías Galeano (15), en Oberá. La violencia institucional recrudece en la tierra roja. En plena campaña electoral, no está en las agendas de los candidatos.

El 29 de marzo los diputados mendocinos aprobaron la resolución que determinó que el Pueblo Nación Mapuche no es un pueblo originario de Mendoza, ni de Argentina. Negaron no sólo a las comunidades que habitan el mismo suelo al que los diputados que alzaron la mano representan, sino a las comunidades mapuche que habitan todo el país.

La vida intramuros dice mucho de la realidad extramuros. Y la muerte suele ser el efecto directo de cómo se vive o se sobrevive. Y los números siguen expresando las vísceras de la sociedad.

El sistema cultural del capitalismo, tan importante como el sistema económico de saqueo, logró instalar lo convencional como fundante. Hablo -dice Alfredo Grande- de empobrecidos y no de pobres. Empobrecidos tiene que ver con la existencia. Pobre con el ser.  Nadie es pobre. Está pobre porque ha sido saqueado.

¿Cómo hacer si la desgracia de vivir con miedo es ignorada por un gobierno mientras el otro sostiene que sólo se enfrenta a la muerte con más muerte y a la violencia con más violencia? ¿Habrá modo de advertirles a los niños que estos últimos son los que están ganando la partida? ¿Y que ellos serán las víctimas de todos los disparos en la espalda, sean ladrones policías o ambas cosas?

En la práctica cotidiana de la impostura y la sobreactuación, ahora hay comisarías valladas por miedo a las balaceras de las bandas que operan en esos mismos barrios desde hace años. Y que necesitaron y necesitan de la complicidad de los nichos de corrupción de las fuerzas de seguridad.