A la hora de asistir a mujeres trabajadoras durante la Guerra Civil Española, Marie Langer supo que las palabras "madre", "pérdida" o "agua" le bastaría para comprender su desesperación. En el presente de nuestro pueblo, esas mismas palabras son las que sirven para entender esta cruda realidad. Con un poder que predica el sacrificio y el esfuerzo mientras amasa ganancias con la sangre y el sudor ajenos.