Hay tantos miedos a la libertad, según enseñó Erich Fromm que se disuelve todo en amor a la esclavitud. Las guerras de liberación han sido olvidadas y hoy celebramos los triunfos de la alienación. En su momento, Gregorio Baremblitt me dijo que uno se podía alienar con cualquier cosa incluso con la teoría de la alienación. Y así es nomás.