A Jeremías lo mataron en el barrio la Cerámica del norte rosarino. Tenía quince años. Frente a su casa hay un bunker. Todos tienen miedo y Jeremías se convirtió en el asesinato 111. En el mismo barrio, el sábado mataron a dos chicos de 14 y 15 años. Paren de matar, escribe Carlos del Frade.