Si el negacionismo fuera un discurso ya sería grave. Pero lo realmente grave es que la práctica negacionista es letal y no le importan las leyes. Las leyes que tienden a proteger derechos son fácilmente obviadas. Hay Imperios más fuertes que el de la Ley. El Imperio del Poder, sin ir más cerca. El negacionismo abarca mucho y aprieta más.