Una vez más se busca la criminalización de la infancia. Esta vez, con la edad de punibilidad a los trece años. En realidad, lo que se penaliza es a la niñez vulnerable. La incidencia del delito cometido por imputados menores de 18 años no supera el 2,6% del total. Más de 600 pediatras exigen a los legisladores que rechacen el proyecto.