El niño nace y constituye una fenomenal rebeldía ante las imposiciones del poder económico y político de aquella colonia romana. Siempre la metáfora de la Navidad tiene esa imprescindible referencia a la desobediencia, a la no resignación. Días después, según marca el almanaque en distintos lugares de la Tierra, la masacre de los inocentes es la continuidad de aquella política de saqueo que necesita de la subordinación de las mayorías.