El gobernador Sadir vetó la ley que arancelaba la salud pública. Una ley con la que acuerda profundamente. La resistencia fue enorme. Más de mil firmas juntó el Foro formado para reaccionar. Un pueblo con enorme pobreza y con mayoría de trabajadores precarizados, estaba condenado a mostrar certificación de pobreza extrema para ser atendido gratuitamente.