Las marcas feroces del capitalismo. Millones de hectáreas de desmonte. Barrios privados sobre humedales. El suelo impermeabilizado por el agronegocio. Y el cambio climático, que genera tormentas extremas cada vez con mayor frecuencia. Y sequías. Y olas de calor. Con el sufrimiento de los más frágiles. Las inundaciones no son sólo culpa de la lluvia.