Cada rincón de nuestro hermoso, extenso y biodiverso país viene siendo sacrificado. Decisiones políticas de entrega, las que sí tuvieron continuidad más allá de los cambios de gobiernos. Ninguna grieta. Nos vienen estafando -todos los gobiernos- desde hace décadas. Detenerlos sin belleza será imposible. Y sin la implacabilidad que urge, también.