Ellos son la tierra. Pero los gobiernos de Salta han legislado para que 200 familias tengan en sus manos el 80% de esa tierra. Los que no son la tierra, la dominan. Y producen aquello que venden afuera. Y no alimentos para una infancia desagregada de este mundo. Dos niños wichí murieron por una enfermedad evitable. Son cerca de un centenar en los últimos cuatro años.