Así no es la vida

Por Alfredo Grande

(APe).- Así no es la vida es el antecedente de la siempre actual “es lo que hay” y la prima hermana: “no hay otra”. Evangelio de la resignación y de entregarse sin luchar, como menciona Discépolo en su tango Cafetín de Buenos Aires. Pero la servidumbre no es espontánea ni una condición especial del alma humana.

La servidumbre como actitud está rigurosamente enseñada y rigurosamente aprendida. Su gran pedagoga en estos lares es la iglesia católica apostólica romana, sobre todo romana. Debo inmensa gratitud al sabio Rubén Dri que me enseñó que otra iglesia es posible y que él denomina iglesia profética.

Obviamente Jesús no le dijo al César “así es la vida” sino que le dijo “mi reino no es de este mundo”. Este mundo solamente admite reinados corporativos, financieros, fiscales, mega industriales del tipo tierra arrasada y masacres cotidianas.

Hay tantos miedos a la libertad, según enseñó Erich Fromm que se disuelve todo en amor a la esclavitud. Las guerras de liberación han sido olvidadas y hoy celebramos los triunfos de la alienación. En su momento, Gregorio Baremblitt me dijo que uno se podía alienar con cualquier cosa incluso con la teoría de la alienación. Y así es nomás. Lo importante para la cultura represora es alienarse; con que alienarse es discutible. Desde los chimentos de la farándula hasta los torneos del chef. Hablar del hambre y la miseria te lo debo.

Hace un tiempo escribí lo siguiente: “la vida es como nosotros la hacemos. Y en cada vida se repliegan y despliegan muchas vidas. Sin darnos cuenta, en el peor de los casos, transitamos una diversidad de ideas, sensaciones, deseos, motivaciones, que muchas veces ignoramos. En el mejor de los casos, esas vidas son sostenidas y conservadas como nuestro más bello tesoro. Y como el justo legado que nos debemos a nosotros mismos. Solamente rechazando la vida por mandato podremos encontrar la vida por deseo”.

Hoy sigo pensando lo mismo, pero de otra manera.  Haría más palanca en lo colectivo y en la espantosa realidad que hay mandatos que moverlos nos va la vida en ello. Pero sigo pensando que la única manera de construir cultura no represora es abrir una cuenta nueva sin borrón.  Memoria + proyecto vital.

Ante el hambre, la desnutrición, la tristeza, la agonía, pensemos que así no es la vida.

Ante las estafas, las mentiras, los engaños, la podredumbre estructural digamos así no es la vida.

Ante la corrupción hecha costumbre, los lobos con piel de cordero, los lobos y lobas sin piel de cordero, luchemos porque así no es la vida.

Entonces otro mundo, otra vida, no sólo serán posibles, sino que además serán probables.