Que no se vayan todos

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Por Alfredo Grande

(APe).- El Nunca Más fue una consigna que parecía sintetizar el rechazo a todas las formas de la dictadura. Pero uno de los primeros errores fue ése. Porque no era a todas las formas sino, apenas, a una de sus formas. La encarnada por militares en complicidad con empresarios, iglesia, y algunos dirigentes sindicales. Era un rechazo a las formas mas pornográficas, mas bestiales, más brutales, de sostener un poder exterminador. De buena o mala fe, para el caso es casi lo mismo, el entusiasmo democrático se canalizó por la fórmula “con la democracia se come, se cura, etc…”.

Alfonsín el alquimista, padre de la democracia, seguramente lo creyó. Hasta que llegó la economía de guerra sin aclarar, como es habitual, guerra contra quién. Tardamos en darnos cuenta de que era contra nosotros. Luego la obediencia debida, el punto final, el ordenamiento de la casa planificado por el decorador Aldo Rico hizo mucho. El Cavallo de Troya del capitalismo, hizo el resto perpetrando el golpe de estado que algunos llamaron hiperinflación.

¿Nunca más? Los tiempos pasaron, pasaron y en la actualidad de esta cultura represora, hay un gobierno que ha decidido con la pluma, con la espada y la palabra, diferentes políticas de exterminio. La pueblada del 2001 pudo haber terminado en una reforma constitucional para destruir el poder del gran capital sobre la mayoría de una ciudadanía indefensa. Es cierto que permitió que el gobierno fuera eyectado; pero el poder real, el financiero sin ir más cerca, salió indemne. Diría que fortalecido.

El corralito y el corralón fueron estrategias de robo planificado agravado por el vínculo, que siguen latiendo en la mente perturbada de los gerentes del poder popular. Hoy la distancia entre el pueblo y aquellos que dicen representarlo es absoluta. Sin vuelta atrás y mucho menos vuelta adelante. Congreso sin quórum, marcha de las velas. Esa es la polaridad que hay que profundizar.

Los partidos políticos del gran capital, y también del mediano y pequeño, son los garantes de las mega ganancias empresariales. Incluso de la corporación más poderosa y más oculta que es el Estado Nacional. Que mientras echa en forma cruel a los pequeños empleados, muchos de ellos precarizados, con régimen laboral más cercano a la mita y al yanaconazgo.

La Junta Interna del Ministerio de Agro Industria denuncia el posible despido de más de 1000 empleados. Para que el Despótico Poder pueda cumplir sus macabros designios, no puede organizan una noche de sangre y niebla, como en los tiempos del Fürher. “Las "Directivas para la persecución de las infracciones cometidas contra el Reich o las Fuerzas de Ocupación en los Territorios Ocupados" (en idioma alemán: Richtlinien für die Verfolgung von Straftaten gegen das Reich oder die Besatzungsmacht in den besetzten Gebieten) titularon un decreto firmado el 7 de diciembre de 1941 y desarrollado por una serie de directrices aplicadas por las autoridades del Tercer Reich para la represión y eliminación física de oponentes políticos al régimen nazi en los territorios ocupados, así como de combatientes enemigos miembros de la Resistencia y de prisioneros de guerrade las Fuerzas Aliadas durante la Segunda Guerra Mundial” (gentileza de Wikipedia).

Como estamos en democracia, entonces el gobierno decreta un asueto para este viernes. O sea: si hay fascismo que no se note, al menos que no se note demasiado. El asueto se convierte en la alquimia siniestra de la cultura represora, en un arma de exterminio. Las armas de destrucción masiva, que los yanquis buscaron donde no estaban, las hemos encontrado. Poder Judicial, Poder Legislativo, Poder Ejecutivo, Poder Empresarial, Poder Clerical, Poder Comunicacional, Poder Alimentario, Poder Energético, Poder Sindical Organizado. Demasiados Poderes y ninguna flor.

Aceptar, más o menos tristemente, que hoy toda política libertaria tiene que subvertir a la maquinaria partidaria gerenciadora del capital, es necesario. Combatir al capital, a mi criterio, es abstracto. Hasta la más humilde cooperativa de trabajo necesita capital. El combate es contra la clase predatoria de los capitalistas, con off shore o con on shore, o con ambos. Una de las asignaturas pendientes del 2001.

Para nosotros la revolución es un sueño eterno, como sentenció Andrés Rivera. Para los cubanos sigue siendo una realidad cotidiana. Lo revolucionario nos habita, aunque la revolución siga siendo un amor lejano. Y lo revolucionario hoy es, entre tantas otras cuestiones, separar, disociar, alejar, la política de su representación partidaria. Y atreverse a pensar que las elecciones son el asueto legal de la política. La clonación de la política es una partida de poker/votos. Política pensada como el movimiento real de la lucha de clases. Otras formas de pensar la política me son ajenas.

Por eso ya no se trata de que se vayan todos. Pero sí es necesario que se vayan muchos. Lo antes posible, sin importar los plazos de una legalidad represora. Porque los daños pueden ser irreparables. Y muchos de ellos ya lo son. Que se vayan muchos, pero que no se vayan todos. Que se queden los trabajadores no organizados por el Estado, los combatientes contra la cultura represora, los maestros y maestras que entienden que la guerra es también, guerra cultural, los profesionales que no hacen de las universidades catedrales del privilegio, los investigadores, los artistas, las mujeres en lucha anti patriarcal, las mujeres en lucha contra la trata, el gatillo fácil, el exterminio de adolescentes, los hombres y mujeres que aborrecen toda crueldad, incluyendo la de género, los militantes y combatientes para que otro mundo sea posible y además cada vez más probable.

Que se queden, que se multipliquen, que se conozcan, que se amen, que se unan. Y que se obliguen, dulcemente obliguen, a conocer, a visitar, a compartir el recuerdo de nuestros maestros, de nuestros verdaderos padres y madres que nos parieron luchadores.

Hoy, como miles de nosotrxs, recordaremos a Alberto Morlachetti. Que también se quedó para siempre, porque estamos decididos a seguir apretando sus manos. Sus palabras siguen marcando nuestras vidas. “Los niños son de todos, si comen o no comen, si van a la escuela o la abandonan, si lloran más de lo que ríen. La Argentina tiene hoy la responsabilidad moral, cultural y política de dar a cada niño una vida que merezca ser vivida”.

En mis días y noches de insomnio yo sigo hablando con “el Morla”, aunque poco lo cuento porque el anatema de un estado alucinatorio y delirante es brutal para un psiquiatra, Y hace poco le dije: “sabés Morla. Nunca habrá mujeres y hombres felices con niñas y niños que no tengan niñez.” El Morla sonrió, con esa sonrisa tierna y a veces fastidiosa y me dijo: “Alfredito, vos hablás y escribís muy bien. Ese es tu pan. Pero no sólo de pan vive el hombre”.

Tenés razón Morla. Maldición, casi siempre tenés razón. Quizá tengamos que empezar a hacer lo que hacemos mal. Para seguir aprendiendo. Para intentar que esta vez se vayan muchos, pero que no se vayan todos.

Edición: 3597

 


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