Son maestras de nivel inicial recibidas en el Instituto de Santa Victoria Este. Viven en las comunidades de la zona y pertenecen a las etnias Wichí, Chorote, Chulupí o Toba. Algunas son criollas. Y no consiguen jardín o escuela en los que trabajar. Las niñas y los niños siguen teniendo docentes que no hablan su propia lengua y no las entienden. APe habló con cuatro de ellas y relatan su historia y su sacrificio.