El estado nacional se corre de todos los incendios. Del desastre patagónico y correntino. De la vida misma. Mientras tanto, alambra fronteras, compra aviones de guerra y culpabiliza de todos los males de la tierra a los más vulnerables e indefensos. Los mapuche como enemigos. Los pinos, centro de la industria maderera e incendiarios de origen.