Los loros barranqueros, bellos y coloridos, tuvieron que migrar por culpa del desmonte. Viven en las barrancas de un balneario rionegrino. Pero sin el monte no tienen alimento. Y se mudan a los pueblos. Hay 70.000 en un pueblo de 5.000 habitantes. Hay que escuchar lo que gritan. Porque peligra su vida. Peligra la vida.