El hombre adolescente se organizó un acto vacío y totalitario para todos los que aceptaron marchar clavados a su anzuelo y, horas más tarde, el presidente y su vice se montaron en un tanque y jugaron a la guerra. A espaldas de la memoria y la verdadera libertad. Mientras tanto, la gente muere de frío en la calle. Y el déficit cero es la excusa para la insensibilidad extrema.