Las ciudades no soportan las inundaciones ni las sequías ni las altas temperaturas. “Ni se van a bancar el granizo cuando pegue cada vez más fuerte”, dice Walter Pengue. Estamos a un paso “del infierno climático”. Para un niño nacido en 2020, “el impacto va a ser brutal en su vida adulta”. Mientras tanto las tormentas arrasan. El dengue avanza. Y la vida, en alerta roja.