Entre escándalos inmobiliarios y el crecimiento en el número de viviendas ociosas, el acceso a la casa es una de las grandes tragedias. Hay tres millones de casas vacías y demasiados sin un techo. Una sociedad forjada bajo el interés mercantilista está imposibilitada de hallar una salida luminosa y equitativa a sus problemas y a sus angustias.