Subjetividades alteradas y la lógica Cromañón

Por Alfredo Grande

(APe).- Los procesos de duelo, incluso cuando la pérdida es insoportable, tiene caminos que conviene conocer. La Lógica Cromañón designa la ausencia total de mecanismos de prevención y de anticipación; las alarmas son silenciadas, omitidas, negadas, desoídas, incluso ridiculizadas. La acusación de “conspiparanoicos” cae sobre aquellos y aquellas que osan realizar advertencias.

En el programa de radio Sueños Posibles que produzco y conduzco junto con Irene Antinori, hablamos de la Lógica Cromañón. Justamente el programa es uno de los tantos efectos de la masacre de Cromañón. Efectos que han sido una de las tantas formas de reparar lo irreparable.

No hace mucho los que hacíamos criticas al binomio Fernández, (Alberto y Cristina) eran señalados como “que le hacen el juego a la derecha”. Finalmente el gobierno anterior hizo el peor de los juegos, el juego al fascismo. Esta negación en una escala social está presente en la obra de teatro Un enemigo del Pueblo escrita por Henrik Ibsen en 1882, ayercito nomás. Un enemigo del pueblo es la historia del doctor Thomas Stockmann y de una ciudad cuyo balneario es la principal atracción turística y el motor de la economía local.

El Dr. Stockmann es una de esas personas que poseen firmes principios y sucede que descubre en el agua una bacteria contaminante, capaz de poner en riesgo la salud de toda la población. A partir de ello se propone advertir a los demás acerca de semejante peligro. Esta advertencia es inútil y el Dr Stokmann es considerado un enemigo del pueblo. Pues bien, o mejor dicho, pues mal. La lógica de la advertencia, de que hay males donde se prometen bienes, es una constante de la historia. El otrora respetable  es “mejor prevenir que curar” ha sido desplazado cuando la lógica empresarial que coptó la medicina advirtió que curar genera más lucro que prevenir. Lo único que se previene en la mal denominada medicina prepaga (en realidad aseguradoras de riesgos en salud) es el lucro empresarial.

Las distintas formas de Trata son industrias de alta rentabilidad. La suma del poder público, como es habitual en muchas provincias gerenciadas por mega empresarios cuya identidad autopercibida es gobernador/a facilita o es directamente partícipe de toda forma de ilegalidad de alta rentabilidad. En ese sentido el abuso sexual, la violación, la reducción a servidumbre, las variantes de pornografía por mandato, el chineo, y otras prácticas arrasadoras de la subjetividad, son abarcadas por una misma lógica.

Lucro mata derechos. Lucro mata sujetos. Lucro mata. Solamente cuando una singularidad tiene un primer plano, la universalidad de la lógica es cuestionada. No demasiado, pero algo a veces es algo.  Masera, Videla y Agosti fueron condenados por crímenes aberrantes pero la lógica de fuerzas armadas de ocupación cuya hipótesis de conflicto y exterminio es el pueblo, ni siquiera fue cuestionada.  De lo contrario cabía su disolución total. No cursitos sobre derechos humanos suponiendo que su vulneración es un tema de educación.

Loan es una víctima más de la lógica Cromañón. La sobrina de Alperovich también. Cada víctima es la imagen visible de miles de víctimas que sólo reciben de los Poderes de turno el amparo para sus victimarios. “La” Pettovello está custodiada por expertos en distintas formas de exterminio. Ella es una patética verduga. Las empresas oligopólicas de alimentos son los criminales de paz.

La lógica Cromañon nos advierte que los esfuerzos mejores son los dedicados a prevenir. No olvidemos que para ciertos males no hay cura posible. Y recordando la sentencia de Bertold Brecht  “ahora es tarde”.