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Por Alfredo Grande
(APe).- La Argentina conmovida por la muerte del Fiscal Nisman. Determinar si fue suicidio o asesinato. Pericias balísticas. Oficialismos varios y oposiciones varias que votan a la conveniencia y la verdad no llega al 1,5%. No importa que la verdad pase las Paso. Ya nadie se ocupa de eso.
La verdad, que no es la entelequia abstracta que la cultura represora ha construido, es un hada que ya nadie se ocupa de invitar. No degradan la verdad con la mentira, sino que la prostituyen con la falsedad. No todo es según el color del cristal con que se mira. Los millones que miran la realidad con el color del “isabelismo”, del “menemismo”, del “kirchnerismo”, del “macrismo”, del “sciolismo para la victoria”, del “massismo para la derrota”, saben por oportunismo propio y por conveniencia ajena que el único color desde el que miran es el color del Poder.
En la década ganada hay incrustaciones de los 90, y todo hace suponer que aunque los 90 se vistan de seda, 90 se quedan. Discutirán sobre cuántas sobras del banquete podrán repartirse. Pero el banquete no se toca. Son tan miserables, tan mezquinas, tan sanguinarias todas las formas de la derecha, incluso las de centro, que abrir un poco la canilla o llenar un poco más el plato de comida, ya es ser de izquierda.
El crimen del hambre no es considerado delito, y mucho menos de lesa humanidad. El horrendo crimen, el asesinato agravado por todos los vínculos que los Estados sostienen, ni siquiera es investigado. Al igual que los crímenes de la trata, de la esclavitud sexual y laboral, tienen direcciones y victimarios absolutamente identificados. Pueblo chico, impunidad grande. Se firman insoportables protocolos, resoluciones gubernamentales, leyes con rango constitucional… Pero ni el poncho, ni las mujeres secuestradas, ni los niños y las niñas hambreados, aparecen. Y cuando algún sobreviviente aparece, se lo considera un milagro. Los masacrados de la historia siguen siendo la solución final del sistema predador que produce hambre y excedentes alimentarios.
Los ven con el cristal del capitalismo serio, ponen las luces en un banco que fugó divisas más de lo necesario, pero la banca financiera sigue vivita y robando. Ese banco maldito, como Leman Brothers, quizá sea arrojado al precipicio. Quizás se filmen películas. Pero la timba financiera seguirá impune, impoluta, invencible.
Una década -y más- ganada nos dicen pero Martínez de Hoz goza de la inmortalidad de su Ley de Entidades Financieras. La estafa externa, que algunos llaman deuda, comienza a ser investigada con la misma celeridad y decisión de los cómplices y copartícipes. Uno de los responsables políticos del asesinato de Darío y Maxi aspira a ser el gobernador de la provincia donde ese horror fue perpetrado.
¿Cuántos colores tiene el cristal? Demasiados. Por eso cuando quieran ver con el cristal donde en este mundo traidor nada es verdad y nada es mentira, no será en tu nombre. Porque enseñaste que la verdad es la única realidad. Y que el hambre es el crimen más impune, más cobarde, más brutal. Solución final que sólo necesita las armas de las urnas para perpetuarse.
Descansa pero no en paz, amado Alberto. Será en tu nombre que seguiremos recordando con la dimensión política de la memoria histórica, no en la cristalización bizarra de la memoria heroica.
Será en tu nombre porque nos diste la convicción de que aunque podremos ser derrotados, nunca fracasaremos. Estarás presente, ahora y siempre. Y nuestra lucha, en voz baja, a los gritos, nunca solos, siempre bien acompañados, sin ningún cristal que nos esconda al mundo traidor, será en tu nombre.
Edición: 2909
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