Quedito, pasito, horror

|

(APe).- Mientras el hambre, como un perro ciego, muerde -sin rostro y sin nombre- en el patio endiablado de la miseria y transforma la música de la existencia en un desencuentro de ternuras imposibles. Dónde posar el pie, dónde el poema. Sí, desmontar el mundo donde mueren los retoños inocentes, sería la tarea del hombre.

 

Según los datos aportados por un informe elaborado por el Ministerio de Economía de la Nación y UNICEF, sobre la inversión pública destinada a la niñez en América, “Argentina invierte 876 pesos por niño pobre por año”. Esto implica que dos pesos con cuarenta centavos, por día, es lo que dispone el Estado para que la infancia quede bendecida por el aire del olvido.

El trabajo, presentado en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Córdoba por el representante de UNICEF, Jorge Rivera Pizarro y Claudio Giomi de la Fundación Arcor, revela que “la cifra corresponde al 2002 y muestra una disminución de casi el 30 por ciento con respecto al año anterior”.

Como si fuera poco, dos de los expertos -Alberto Minujin y Sabrina Reichler- hablaron de “desviaciones” posibles en el trayecto que recorren las vergonzosas partidas presupuestarias nacionales, provinciales y municipales hasta esos niños. Los resultados de esta lenta hecatombe hacia la que -quedito, pasito, horror- ya vamos vertiginosamente progresando.

Fuente de datos: Diario La Voz del Interior 20-10-04


Suscribite

Suscribite al boletín semanal de la Agencia.

Sobre la fundación

Fundación Pelota de Trapo nació hace décadas para abrigar de las múltiples intemperies a niñas y niños atravesados por diferentes historias de vulnerabilidad social.

Sobre la agencia

Agencia Pelota de Trapo instala su palabra en una sociedad asimétrica, inequitativa, que dejó atrás a la mayoría de nuestros niños y donde los derechos inalienables de la persona humana solo se cumplen para unos pocos elegidos por la suerte