Poco preparados para la alegría

(APE).- El operario de la máquina -una excavadora- no vio cuando Rubén Lionel, un pibe de ocho años que ayudaba a su mamá juntando tornillitos y cartones, se le cruzó con la bicicleta en aquel basural de Córdoba.

¿Qué hace un pibe de ocho años en un basural? es la pregunta.

Desde lo alto de la máquina excavadora, desde el gobierno, desde la bienpensante sociedad de Córdoba, sólo desciende silencio.

Rubén perdió media pierna izquierda, y no se sabe si podrán ponerle una prótesis. La jefa de guardia del Hospital de Niños ha dicho que aún existe peligro de infección. El equipo médico que lo atendió, intentó reimplantarle el pie perdido, pero “era una herida muy sucia”, y por eso, para evitar complicaciones, se lo amputaron de la rodilla hacia abajo.

La madre de Rubén, María Rosa, les pedía perdón a todos: “Es que ando mal de los brazos, así que él me ayuda juntando tornillitos. Siempre busca tener una monedita para aportar..."

Cuando sane la herida de Rubén, él y su mamá continuarán con el plan que el Municipio, la Provincia y la Nación tienen previsto para ellos: salir a mendigar para la prótesis de Rubén; salir a mendigar con los brazos caídos de María Rosa, salir a mendigar...

¿Qué caminos andará el pibe con el piecito que le falta? ¿Qué futuro llevará María Rosa en sus brazos inútiles? ¿Qué canción nos dejarán oír mañana estos cantores sin voz?

Este planeta está poco preparado para la alegría, escribió el poeta Vladimir Maiacovski.

Fuente de datos: Diario Clarín 22-02-07