Nadie se cría solo

El abandono es lo opuesto a la crianza.  La crianza es una relación asimétrica, pero no jerárquica. Quien debe ser criado no puede criar. La mal llamada inseguridad es la red vincular que construyen los “mal criados”. Aunque debería decirse los “no criados”. Y no hay ninguna dignidad en eso que llaman “criarse solo”. Porque ni siquiera es soledad. Es abandono.
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Por Alfredo Grande

(APe).- Hace demasiado tiempo leí en el diario Clarín un titular que me asombró: “gente que vive con un peso (podría ser un dólar) por día”. Inmediatamente lo corregí: gente que no vive con un peso por día. O sea: el titular afín a la cultura represora establecía un mérito, una virtud, donde había un espantoso déficit. Algo así como hacer del vicio virtud.

Hace muy poco, escuché a un periodista “progre” más o menos decir lo mismo. “Chicos que se crían solos”. No es así. El título descubridor debió ser: “Chicos que no se crían solos”. Nadie se cría solo.  Puede criarse abandonado Pero el abandono no cría: sólo domestica. Somete.

El abandono, la intemperie, como decía el Morla, es lo opuesto a la crianza.  La crianza es una relación asimétrica, pero no jerárquica. Quien debe ser criado no puede criar.  A lo sumo puede restituir la crianza, pero no la puede sustituir. La mal llamada inseguridad es la red vincular que construyen los “mal criados”. Aunque debería decirse los “no criados”. Y no hay ninguna dignidad en eso que llaman “criarse solo”. Porque ni siquiera es soledad. Es abandono. Y ser abandonado es una situación donde principio y fin coinciden. No hay desarrollo, no hay historia. No hay vida. Es sólo trascurrir, como dijo Eladia Blazquez.

No hay pasado, porque todo debe ser olvidado. Negado. No hay futuro, porque el futuro es la jactancia de los burgueses. Sólo hay presente. Que es un presente aterrorizador. Devastador. Donde está ausente la verdadera seguridad: la de una crianza. En una época se hablaba de hermanitos de leche. Porque habían compartido la misma crianza. Hoy no hay leche, ni pan, muchos menos tortas.  Hay circo.  Pero es tétrico, bizarro, infame. Como el aquelarre en el M… Arena Movediza. Donde la única crianza es la de los cuervos. Que nos sacarán los ojos. Pero no importará, porque no quedará nada digno para ver.

Muy lejos, la crianza colectiva sigue cuidando. Todo lo originario es atacado porque es la única respuesta a lo artificial, que hoy se hace llamar Inteligencia.  La crianza artificial de los smartphones, de las redes digitales antisociales, es combatida por los mismos que la generan. No sólo están de los dos lados del mostrador.  Son el mostrador. Donde nos muestran diciendo que la culpa es de la gente, o sea, de los votantes. No es lo mismo combatir la casta, las castas, que tener e intentar lograr una casta propia.

Nadie se cría solo. Nadie hace nada solo. Si sigue siendo cierto, y para mí lo es, que sólo el pueblo salvará al pueblo, sólo el pueblo criará al pueblo. No habrá necesidad de ninguna inteligencia artificial.

Sólo habrá la urgente necesidad de cuidar un saber natural.


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