Los tigres del Famatina

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Por Carlos Del Frade

(APe).- Los riojanos, desde principio de año, están protagonizando una pueblada en defensa de la vida, el agua y la tierra, bajo el lema “El Famatina no se toca”.

¿Por qué lo hacen los riojanos?.

Quizás por aquello de las mujeres y los hombres tigres.

Los que están presentes desde el fondo mismo de la historia y la propia geografía de estas tierras hermosas.

 “Convocamos a vecinos, agricultores, sectores organizados, asambleas, comunidades religiosas, gremios y sectores sindicales, empresas, sectores políticos y al pueblo en general a adherir y realizar acciones concretas y simultáneas en defensa de la tierra, la vida y el agua en solidaridad con los pueblos autoconvocados participando activamente de la Jornada Nacional de lucha”, dicen los vecinos de Famatina que se movilizarán hoy a partir de las 10 en el lugar del corte. En la ciudad de La Rioja, en tanto, habrá una radio abierta desde esa misma hora y movilización a las 19 en la Plaza 25 de Mayo bajo la consigna “No a la megamineria. Por agua, tierra, trabajo y justicia”.

Los riojanos, desde principio de año, están protagonizando una pueblada en defensa de la vida, el agua y la tierra, bajo el lema “El Famatina no se toca”.

¿Por qué lo hacen los riojanos?.

Quizás por aquello de las mujeres y los hombres tigres.

Los que están presentes desde el fondo mismo de la historia y la propia geografía de estas tierras hermosas.

Un observador imaginativo podría ver que el caprichoso perfil que adquieren los límites provinciales hace de La Rioja un tigre que parece estar saltando hacia la Cordillera de los Andes. Las patas sostenidas en la cabeza de San Luis, el cuerpo que vuela sobre el lomo de San Juan y los ojos que apuntan a Chile y más allá las aguas frías del Pacífico. El dibujo cartográfico de La Rioja parece revivir la sombra terrible del Tigre de los Llanos, como rememorando a Facundo Quiroga, por un lado, y Domingo Sarmiento, por otro.

A más de dos mil metros de altura, decenas y decenas de personas, habitantes de los pueblos de Chilecito y Famatina, no dejan pasar un solo vehículo que intente avanzar en el proyecto de instalar una nueva mina a cielo abierto, la empresa Osisko Mining Corporation. Cuarenta grados durante el día, temperaturas bajo cero por la noche.

Los que están allí vienen de distintas clases sociales y diferentes generaciones.

La defensa del Cerro Famatina los une.

Es la pelea en defensa de la identidad regional y cultural contra un negociado más que recicla la larga cadena de saqueos.

-De pibe salía a la calle y miraba las nieves del Famatina. No es una parte del paisaje. Es el pariente más querido que tenemos todos– cuenta Normando Ocampo, dirigente de la CTA y lugareño de toda la vida de Chilecito, uno de los poblados que desde principios de año está movilizado para que nadie toque al cerro, al valle, al agua y lo poco que queda del mineral casi legendario. Aquel que defendió como nadie el Tigre de los Llanos, Juan Facundo Quiroga, cuando logró echar a punta de lanza y pueblo la avanzada del ejército nacional comandado por Gregorio Aráoz de Lamadrid, por orden del gerente de la River Plate Minning Company, Bernardino Rivadavia, por entonces presidente del país nuevo llamado Argentina.

-Esta es la venganza de los ingleses. Eso lo tenemos claro. Porque es la historia que nos contaron nuestros abuelos. Pero acá están todas las generaciones porque desde hace diez años las maestras vienen explicando a las chicas y chicos riojanos lo que significa la minería a través del proceso de lixiviación a partir del cianuro. Ya no es más la minería de pico, pala, barreta y dinamita. Es otra cosa más perversa que, además, se va a quedar con la única fuente de agua que tenemos en la provincia. Porque ése es uno de los últimos tesoros del Famatina. Con esa agua los productores viven en el valle y cultivan uva, nueces, oliva y dan de vivir a los pocos animales que tienen – sigue contando el Piojo Ocampo, uno de los que está allá arriba.

Mientras que los funcionarios provinciales de Vialidad Provincial ya iniciaron una causa penal contra los ambientalistas, los acampantes que defienden las tierras del Famatina están convencidos de que el rechazo de los ingleses a las medidas de ajuste en la Eurozona se debe, fundamentalmente, al oro acumulado que tienen como consecuencia del saqueo que durante décadas sufrió el querido cerro riojano.

“No hay un solo historiador que haya calculado cuánto representa esa enorme cantidad de oro que sacaron del Famatina. Hasta hicieron el cablecarril más largo del mundo, de más de treinta kilómetros para llevarse lo que necesitaban”, dicen y cuentan a este cronista.

Desde la empresa y el gobierno provincial y otras fuerzas de seguridad nacionales han informado que ya hay listas negras con los nombres de los principales activistas en defensa de la montaña. Espionaje paramilitar a favor de las mineras multinacionales. Algo que también hace la Barrick en San Juan.

La Unión de Asambleas Ciudadanas fue muy clara: “Algunos gobernadores confunden los votos electorales con la licencia social para dinamitar cerros y destruir acuíferos”. Seis mil cuatrocientos riojanos impiden, desde principios de año, el tránsito de los camiones de la minera Osisko. Están allí, en Alto Carrizal, rotándose en el campamento a pesar de las amenazas, los juicios y las persecuciones. Han recibido el apoyo del intendente de Famatina, Ismael Bordagaray y hasta del párroco del pueblo, Omar Quintero.

-Estamos defendiendo lo que nos dijeron nuestros abuelos – remarca el Piojo, mientras sus compañeras y compañeros recuerdan que ya echaron del lugar a los canadienses y los chinos pero que no hay que dormirse en los laureles.

En la provincia con forma de tigre que salta en plena pelea, cientos y cientos de habitantes se preparan para continuar en la defensa del Famatina y en contra del modelo extractivo que concentra y extranjeriza riquezas al mismo tiempo que liquida bienes naturales, bienes comunes.

No les será fácil a los gobernantes traidores ni tampoco a los que desprecian y no entienden esta lucha por la identidad cultural y vital de los pueblos de Famatina y Chilecito.

Allí están ellos, los tigres del Famatina, los que defienden un pedazo vital de la provincia que tiene el perfil de una fiera que está decidida a pelear por sus crías, de un pueblo convencido que está luchando para dejarles un futuro a sus hijos.

 

 

 

Edición: 2154

 

 

 

 


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