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Por Carlos Del Frade
Fotos: Claudia Rafael
(APe).- Maradona en un potrero en Villa Fiorito. La imagen salta, en segundos, y aquel muchachito de cabellera rebelde está levantando la Copa del Mundo en México en 1986. Una gambeta individual a los permanentes guadañazos que le cortan las piernas a miles de pibes que intentan, también ellos, el viaje de Diego.
Las estadísticas de la AFA son contundentes, apenas un 4 por ciento de los pibes llega a primera división. Una ínfima minoría.
También sucede con otros deportes cada vez más profesionalizados, cada vez más lejos del otrora prestigioso espíritu amateur.
Sin embargo, se sabe en los barrios profundos de los grandes centros urbanos, en las calles de tierras de los pueblos que estallan en cualquier punto de la geografía de la Argentina y de la América mestiza, que el deporte le sirve a las chicas y chicos de estos confines del Universo para no ser consumidores consumidos, explotados de diferentes tipos de negocios ilegales.
El deporte y el arte tienen buena prensa y escaso presupuesto.
Esa contradicción, en realidad, es una hipocresía.
Quizás por eso sea necesario repensar los datos que arroja el último Barómetro de la Deuda Social con la infancia en relación a las colonias de vacaciones.
Dice el informe que “las colonias de vacaciones son un espacio en el que los/as chicos/as tienen la oportunidad de realizar tanto actividades físicas y deportivas, como artísticas y culturales. En efecto, en el espacio de las colonias de verano los/as niños/as entre los 5 y 12 años, particularmente, tienen la opción de encontrarse con una propuesta integral de iniciación en diferentes deportes como la natación, pero también en actividades de teatro, pintura, entre otras. No obstante, ello es una oferta muy restringida si se considera que el 87,3% de los/as chicos/as entre 5 y 12 años en la Argentina urbana no concurrió a una colonia de vacaciones en el verano del 2014”, apunta la investigación con contundencia.
Millones de chicas y chicos exiliados de las colonias de vacaciones y, por lo tanto, de ese encuentro cargado de vida y proyectos que vienen de la mano del deporte y el arte.
Agrega el Barómetro que “la tendencia en el período 2010-2014 fue muy estable en torno al 87% de no asistencia a colonias de vacaciones. De manera que las propuestas de colonias de vacaciones parecen tener una fuerte dificultad para lograr escala en la población de niños y niñas en las zonas urbanas de la Argentina. Entre las niñas se advierte una propensión menor a participar del espacio de las colonias que en los varones, pero las diferencias no son significativas”, sostiene el documento.
A la hora de pensar las diferencias sociales en cuanto al déficit de asistencia, en el llamado estrato de clase trabajadora marginal, el 88,7 por ciento de las chicas y los chicos no asistió a una colonia de vacaciones en 2014 y es del 61 por ciento, sin embargo, en el estrato de la clase media profesional. “En este último estrato social se advierte una tendencia positiva, mientras que en el estrato medio no profesional un cierto retroceso. Pese a que muchas ofertas de colonias de vacaciones para niños/as suelen estar orientadas a los sectores sociales más segregados en el espacio territorial como villas o asentamientos urbanos, el porcentaje de chicos/as que no asistió a la colonia en 2014 fue del 94% y la tendencia es muy constante en el período.
En la Ciudad de Buenos Aires el déficit de asistencia a colonia de vacaciones es sensiblemente menor a otras áreas metropolitanas, pero aun así el 73% no asistió en 2014. La no asistencia fue del 89,8% en el Conurbano y similar en el interior urbano”, concluye el informe.
¿Habrá alguna vez la necesaria decisión política para crear un Ministerio de Deportes en el país y en cada una de las provincias argentinas?
Las pibas y los pibes de la tierra de Maradona, Sabbatini, las Leonas y Ginobili, necesitan gozar del deporte y no solamente mirarlo por televisión.
Al no practicar ninguna actividad física, las chicas y los chicos pierden la posibilidad de defender un proyecto de vida y son más fácilmente reclutados por aquellos que únicamente les ofrecen dinero por ofrendar sus existencias a la prepotencia de negocios oscuros.
Fuente: Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, UCA, Buenos Aires, agosto de 2015.
Edición: 3002
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