Los cobardes

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Por Alfredo Grande

(APe).- Estamos acostumbrados a recibir mensajes de texto y de voz que nos alertan de episodios diarios y múltiples de represión explícita. O sea: palo y a las bolsas policiales. Las medidas injustas se acompañan en forma sistemática de la coerción física, de los golpes, de los empujones, del infaltable gas pimienta, de las balas de goma y también de plomo, de insultos y de todo tipo de técnica para generar terror.

Pero hay un elemento que quiero destacar de las denominadas fuerzas de seguridad. El conflicto social, las tensiones sectoriales, o para decirlo en los términos que considero más precisos, la puesta en superficie de lo real de la lucha de clases, se dirime con la lógica de la guerra. Por eso he escrito hace años sobre el crimen de la paz. La Paz tan idealizada, apenas es una tregua que lenta pero continuamente arrincona a la política.

Las derechas desalojan la lucha de clases para legalizar el exterminio de clases. Prohibido luchar en democracia. La polaridad es: sometimiento o masacre. Masacre de diversas intensidades, moduladas en diversidad de tiempos, aplicadas en forma más o menos planificada, pero masacres como políticas públicas del estado represor.

Ante esta situación, donde nos encontramos con la legalidad democrática al servicio incondicional de la ilegitimidad de la opresión y de todas las formas de injusticia, la parálisis psicofísica nos inunda.

A veces la parálisis es agitada, excitada, y pareciera que avanzamos cuando en realidad caminamos en círculos. Y en esos círculos incluyo la expectativa sobre las próximas elecciones como la no solución final de las tragedias actuales. Y también incluyo los paros de algunas actividades, incluyendo servicios públicos, que van limando la armonía entre trabajadores que transportan y trabajadores transportados.
El debate necesario sobre qué hicimos nosotros para llegar a esto, implica llegar hasta el hueso de la responsabilidad y al mismo tiempo, arrojar bien lejos el cuchillo de la culpa. Aún se escucha el reproche a quienes votaron a Cambiemos, sin analizar si ese voto fue por deseo o por mandato. Si el amor de mi vida me abandona y se va (o se queda) con otro, puede maldecirla, insultarla, degradarla, agredirla y maltratarla. Pero también puedo, y agrego, debo y agrego, quizá incluso quiero, mirar para adentro y responder a la eterna pregunta: “¿y por casa como andamos?”.

Sólo las derechas se permiten acusar y castigar para que todos los justos paguen capitales e intereses de todos los pecadores. Algunos llaman a esto “deuda externa”. Otro hecho siniestro del país burgués. Pero hay un elemento para destacar en estos combates de la pos modernidad y de la pos verdad.

Ya es demasiado evidente que las democracias están al servicio de la continuidad de las dictaduras por otros medios. El franquismo, que se jactaba de dejar “todo atado y bien atado”, ha visto consolidada su profecía de muerte con Rajoy. Y la teoría del derrame de cianuro, que un funcionario dementizado dice que se puede beber, derrama hacia los países emergentes que han perdido el detergente para limpiar tanta basura no reciclable. Algunos llaman a esto “Plan Cóndor 2”.

Cuando menciono a la “justicia por mano propia” como la única justicia fundante, me refiero a dar de beber agua con cianuro al funcionario. “El Subsecretario de Desarrollo Minero aseguró que “el cianuro se puede beber” Lo dijo Mario Capello, quien luego de denuncias por un nuevo derrame ocultado por Barrick Gold pidió “no asustar a la gente”.

Mario Capello inaugura por derecho propio la categoría de COBARDES EN DEMOCRACIA. Porque tanto las fuerzas de seguridad, los funcionarios de diferentes áreas, los niveles gerenciales de muchas reparticiones del Estado, son muchas cosas. Pero además de todas esas cosas, hay que resaltar que son COBARDES. Luchan contra maestros, contra trabajadores de organismos necesarios, contra jubilados, contra niñas y niños en maldición de hambre, contra periodistas, escritores, luchan contra todas las opciones para vivienda, salud y educación dignas.

Los COBARDES se esconden en escritorios de oficinas de difícil acceso, se esconden en sus paraísos fiscales y fecales, off y on shore. Buscan barrios cerrados, castillos feudales, hoteles de 6 estrellas, aviones privados.

Los COBARDES no ponen el cuerpo, sino que trituran los cuerpos ajenos. Ponen la muerte afuera, para comprar la inmortalidad terrena que tiene el nombre de impunidad.

Los COBARDES son además, MISERABLES. Los cobardes y miserables gerencian exterminio y estafas, y nos dicen que gobiernan. Esperar año y medio para que COBARDES y MISERABLES nos dejen en situación de agonía y sigan escribiendo las crónicas de nuestra muerte anunciada es, a mi criterio, una decisión suicida. ¿Calendario electoral o Vida? La duda no podrá seguir siendo la jactancia de los intelectuales. Queda claro que el “ñato Rico” prefiere la arrogancia de los genocidas. Nosotros, ¿qué preferimos?

 Los COBARDES seguirán alucinando con “resistencia ancestral mapuche” para encubrir las diversas formas de genocidios ancestrales. Y nosotros seguiremos dudando, cada vez con menos jactancia, si revolucionamos y subvertimos nuestra Constitución Nacional.
Por razones que ignoro, en la década ganada no se intentó el cambio de nuestra carta magna. Garantizar plebiscitos vinculantes, revocación de mandatos, acotar la propiedad privada a su función social, como hasta la Iglesia propone, es un punto de partido necesario, aunque no sea suficiente. Pero es un comienzo.

Los COBARDES harán de la Constitución una catequesis laica. Comprar el relato de las derechas es la peor compra que podemos hacer.
Sostener que hay democracia porque se vota, es discurso de COBARDES. Podrá no haber democracia aunque se vote. La democracia tiene que ver con el ejercicio del poder, no con el altarcito dominguero de las urnas.

Los COBARDES intentan y a veces logran, convencernos de lo contrario. Para prolongar la agonía en las cárceles del consumo que se ha bautizado como “tarifazo”. Exterminar con tarifas es la jactancia de los COBARDES.

Pero estamos también acunando héroes y heroínas. Parafraseando a Bertold Brech, nuestra tierra necesita héroes. Colectivo de héroes que seguirán luchando contra todos las formas que adopten los COBARDES.

Y dedico estas líneas de un escritor a todos los COBARDES que dicen que gobiernan, para que empiecen a pensar, si acaso pensar pueden, en su condición de COBARDES y MISERABLES.

“El humano sometido a la necesidad extrema es conducido hasta el límite de sus recursos y al infortunio para todos los que transitan por este camino.

"Trabajo y salario, comida y cobijo, coraje y voluntad, para ellos todo está perdido. La luz del día se funde con la sombra y la oscuridad entra en sus corazones; y en medio de esta oscuridad el hombre se aprovecha de la debilidad de las mujeres y los niños y los fuerza a la ignominia. Luego de esto cabe todo el horror. La desesperación encerrada entre unas endebles paredes da cabida al vicio y al crimen...

"Parecen totalmente depravados, corruptos, viles y odiosos; pero es muy raro que aquellos que hayan llegado tan bajo no hayan sido degradados en el proceso, además, llega un punto en que los desafortunados y los infames son agrupados, fusionados en un único mundo fatídico. Ellos son "Los Miserables", los parias, los desamparados. (Victor Hugo, Los Miserables)

Edición: 3602

 

 


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