Los Bustos

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Por Sandra Russo

(APE).- El 19 de febrero ardió la casa de Marcos Bustos, vecino de Caucete, provincia de San Juan. La casa estaba levantada a la vera de la ruta 20, en zona de Río Hondo, a unos siete kilómetros del santuario de la Difunta Correa. En ella vivían Aurora y Marcos, los jefes de la familia, y sus ocho hijos. Desde el incendio, padre y madre viven junto a uno de los chicos bajo un techo de nylon sostenido por palos. Los otros siete hermanitos debieron emigrar a la capital de la provincia, a hospedarse en casas de parientes. Donde quedaron los Bustos no hay siquiera agua potable. Lo que sí hay es un cartel precario a través del cual la familia pide a quienes pasan por la ruta “botellas de agua”.

 

El municipio de Caucete colaboró con los Bustos, cómo no: lo que les dieron es lo que tienen, el nylon y los parantes de madera. “Pero eso fue al principio”, repite Marcos Bustos, de oficio changarín, como añorando aquella generosidad después del fuego. El hombre sabe de qué habla. El intendente en persona le informó que ya no hay materiales para darles, ni mercadería, ni nada, y que deben arreglarse.

Las causas del incendio se desconocen. Para algunos fue un cortocircuito. Marcos Bustos no descarta que haya sido intencional, mientras la familia en pleno disfrutaba del corso en el centro de Caucete. Lo cierto es que era febrero, y el nylon y los palos de madera y la partida de los hijos y la solidaridad de la intendencia hizo que los Bustos sobrellevaran como pudieron la desgracia. Pero se acerca el frío. El cartel sobre la ruta pide botellas de agua y quien pide eso está claro que no tiene absolutamente nada. No tienen ropa, ni zapatos, ni alimentos, ni materiales para empezar de nuevo. Esto último quizá sea lo más triste. A una fatalidad está expuesto cualquiera. Pero para algunos, como los Bustos, una fatalidad como un incendio puede arrasar con el mundo entero. El mundo de los Bustos era esa casa en la que vivían diez personas, paredes, techo, puerta, trabajo ocasional, pobreza pero familia. Ahora son tres los que quedan a la vera de la ruta. Los Bustos son parte de los argentinos a los que les está vedado volver a empezar.

Fuente de datos: Diario El Zonda - San Juan 21-04-05

 


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