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(APe).- Por kilogramos digerimos los libros de algunos especialistas, habitantes incurables de los organismos oficiales y de las agencias internacionales, que en la mayoría de los casos terminan llevando opacidad y no transparencia, a la lectura de las cosas humanas.
La memoria ha almacenado muchas de las cosas que nos llevaron al infortunio. Mientras Menem vendía a precio vil nuestras riquezas, nuestro petróleo, nuestra electricidad, nuestros ferrocarriles, nuestros teléfonos, y generaba una pobreza desconocida para nuestra historia, Patricio Fuentes Sarmiento, Director de la Oficina de UNICEF Argentina expresaba al diario Pagina/12 que nuestro “país navegaba hacia el primer mundo”, y que la mortandad infantil no era preocupante en nuestra patria. El miércoles 4 de diciembre de 1996 Menem fue premiado por UNICEF en Nueva York por el apoyo que brindó a los programas del organismo internacional. En el marco de una cena de gala en ese “miércoles de ceniza”, el mandatario argentino manifestaba “que los niños ocupan el centro de mi corazón” (Diario La Prensa 9-12-1996). El 15 de agosto de 1977 en el diario La Razón podemos leer a Don Patricio, elogiando sin retaceos al gobierno nacional por sus actitudes positivas y activa participación en favor de la madre y de los Derechos del Niño. Menem fue el principal responsable de que sobre 12.500.000 niños, menores de 18 años, 10 millones vivan en el presente las más terrible de las pobrezas. Mientras los niños son como sombras dolorosas que buscan abrigo en nuestra memoria.
Fuente fotográfica: CNN
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