Las cosas claras

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Por Roberto Santoro (*)

 

(APe).- Mi voz está en su sitio

el corazón sabe algo más porque me duele

por eso digo:

terrible oficio

es repartir equivocadamente los abrazos

y que el alma viva entre perros hambrientos

 uno de mis errores

fue creer que todos éramos hermanos

 

y ahora

no se le puede cambiar el horizonte a la nostalgia

hay que olvidarse de las viejas sonrisas

y andar con el dolor a cuestas

para que sirva definitivamente

 

nunca dije
mi lágrima fue grande

sufrí

no me quisieron

 

cada uno conoce su dolor

y sabe de qué manera hablarle a la desgracia

 

que venga la vida y me golpee

de nada vale cerrar los ojos

 

un hombre dormido

es un dolor que descansa

 

es duro el amor cuando se niega

un día sin embargo recuesta sus abrazos

apoya su misterio en mi cabeza

y me lleva a vivir al primer piso de un incendio

 

no comparo

simplemente doy mi fruto

y espero

 

la semilla más humilde

puede brotar el fuego o la hermosura

 

si estoy acorralado entre dos besos

decido acurrucarme al pie de mi corazón

y sueño

 

soy triste hasta los zapatos

a la hora del té

mi alegría se sienta y llora conmigo

 

pero sostengo que un día

aunque el amor sea el hermano implacable de la lluvia

de mi casa a tus ojos

no habrá naufragios

 

(*) Poeta desaparecido. Fue secuestrado el 1 de junio de 1977 de una escuela técnica en el barrio de Once.

 

Edición: 2722


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