La vigencia de los paradigmas

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Por Carlos del Frade

(APE).- Ellos cumplieron con su deber. Y con algo más. Cumplieron con el rol que el pueblo les viene asignando desde hace muchos años. Pero ellos lo volvieron a hacer. Los detuvieron porque irrumpieron en su desarmadero de autos.

Las hinchadas de casi todos los clubes de fútbol de la Argentina cuando los ven aparecer gritan desde hace décadas: “Policía Federal, la vergüenza nacional”. Una consigna que atraviesa la historia reciente del país de los argentinos.

Ellos, los detenidos en un cuarto de dos por dos, habían cometido dos severos delitos: estaban jugando y rompieron un vidrio.

Y ya no hay barreras morales para los muchachos de la Federal.

Es necesario educar con el ejemplo, se dijeron los integrantes de la comisaría 52 de Villa Lugano en la capital del país, muy cerca de la denominada villa 20.

Durante ocho horas insultaron y les prohibieron ir al baño a los cuatro delincuentes, cuatro pibes entre seis y trece años. Tuvieron que orinar en una botella.

Así demuestra su valentía y eficiencia la policía federal, la vergüenza nacional como suelen decir los cantitos tribuneros.

Los subieron a un automóvil sin identificación y los encerraron en la superintendencia de Robos y Hurtos, en avenida General Paz y Madariaga.

Cuando vinieron los padres apenas los pudieron ver por espacio de dos minutos. Antes les contestaron que los chicos, entre seis y trece años -es necesario repetir las edades para dimensionar el desprecio de los funcionarios públicos que deberían dar ejemplo moral en cada uno de sus actos cotidianos- estaban incomunicados.

Un claro indicio que parece señalar que los muchachos de la Federal sienten estar protegidos por un gran escudo de impunidad.

Les tomaron las huellas dactilares, armaron un prontuario y les sacaron los cordones de las zapatillas.

Gambeteando miedos y amenazas, uno de los padres realizó una denuncia ante la fiscalía nacional en lo correccional número uno y antes quiso ser atendido por los integrantes de la llamada comisión de derechos humanos de la legislatura de la ciudad de Buenos Aires. Pero no pudo concretar su necesidad. Le respondieron que no hacían denuncias penales.

-Aquí hay mucha impunidad y decir que uno vive en la Villa 20 significa que te esquiven -señaló uno de los papás.

Los periodistas que escribieron la noticia agregaron como contexto que “los vecinos vienen luchando desde 2001 por la urbanización y viviendas dignas para todos los habitantes del lugar” y “no descartan que el abuso policial sea una represalia por esto”.

Un dato que puede corroborar las suposiciones de los vecinos es que el desarmadero de autos está ubicado en terrenos que bien podrían servir para la indispensable reubicación de las viviendas.

Mientras tanto, los integrantes de la Federal, allí en la comisaría 52, revalidan los tristes títulos que le suelen otorgar las hinchadas futboleras, aquellos cantitos que los señalan como el paradigma de la vergüenza nacional.

Fuentes de datos: Agencia de Noticias Red Eco Alternativo 28-11-06 y Agencia de Comunicación Rodolfo Walsh 27-11-06

 


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