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Por Carlos del Frade
(APE).- Dos pibes, una ciudad y la rapidez de la justicia. La argentinidad al palo. A principios de los años noventa, Mar del Plata dejó de ser “La Feliz”. Sus empresas pesqueras y textiles cerraron sus puertas y miles de trabajadores ingresaron al agujero negro de la desocupación. Hasta los alfajores Havanna tienen hoy un gusto diferente desde aquellos días de ultraje.
Sin embargo el amor no pudo ser excluido.
En aquellos días nacieron dos pibes que hoy tienen entre trece y catorce años.
Como sucede con casi todos los chicos, el primer juguete peligroso que aprendieron a manejar para inventar figuritas de papel, revistas o diarios, fue una tijera.
Apenas asoman los primeros pasos, los todavía bebés encuentran irresistibles a las tijeras.
Se las sacan y ellos vuelven a tenerlas entre sus dedos.
Recortan y se cortan.
Esos dos pibes que hoy tienen entre trece y catorce años y que crecieron en la ex ciudad feliz se metieron en una dietética de la famosa avenida Colón al 2500 y con una tijera como única arma se llevaron cien pesos y un teléfono celular.
La seccional segunda de la ciudad balnearia en un alarde de eficiencia los detuvo en el barrio Los Troncos y los entregó a la justicia de menores en donde quedaron detenidos por robo calificado.
En el mismo tiempo existencial que los chicos marplatenses transformaron su primer juguete en un “arma”, en igual lapso que La Feliz dejaba de serlo, otra ciudad y otros pibes sufrían algo parecido.
Fueron encerrados por robo calificado y el diario “Infobae” los llama ladrones sin mayores detalles.
Serán condenados por no aguantar la desesperación impuesta como pesadilla eterna.
Decisión de los tribunales bonaerenses.
La justicia, entonces, se hizo y se hará sentir.
Las buenas conciencias marplatenses pueden dormir tranquilas.
Esos ladrones de tijeras caerán más temprano que tarde.
Dos pibes, una ciudad y la rapidez de la justicia.
Celeridad contra ellos.
De los que manejan otro tipo de tijeras con las que se cortan el presente y el sueño del futuro para millones, no hay noticias.
La justicia es rápida para estos pibes.
La argentinidad al palo.
Pero hay otros pibes, otras ciudades en la misma Mar del Plata y el sueño de justicia que no se rinde a pesar de la realidad de parte del poder judicial bonaerense.
Son los que toman las tijeras para aprender a armar sus primeros cuadros de luminosos colores y papeles de revista que reviven a través de la rebelde e indoblegable creatividad de esos chicos.
Pibes acostumbrados a gambetear ese tipo de justicia y esa manera de condenar de cierto periodismo.
Pibes que alguna vez utilizarán otro tipo de tijeras para armar, una vez más, la ciudad feliz que les robaron a sus padres y a ellos mismos.
Ese día llegará para bochorno de los que repiten el lugar común de la exclusión y la condena contra los medianitos armados de tijeras.
Fuente de datos: Diario Infobae 16-12-04
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