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Por Silvana Melo
(APe).- La naturaleza profundiza cada vez más la acritud de su carácter. A la agresión constante de los desmontes y el hormigón responde con fenómenos extremos de inquietante frecuencia. Cae en media hora la lluvia prevista para un mes, vientos fortísimos se desatan como mangas sobre los barrios, inundaciones arrasadoras, sequías impiadosas, calores ecuatoriales en territorios históricos de fresca sobriedad.
Los quince minutos de furia del lunes dejaron el tendal donde hay terreno propicio: en las casitas pobres de los anónimos. Los más asolados por la inseguridad: saben que su techo es pasajero, que sus paredes son fugaces, que nunca habrá lugar seguro donde caer muerto a la hora de morirse. Ni de acurrucarse para estar a salvo de las inclemencias del mundo. Naturales o no.
Casi 4.000.000 de viviendas faltan en un país de 40 millones de habitantes. Centenares de miles de familias viven en el ojo de la tormenta. Aunque salga el sol.
Pero cuando llega la furia –que ni siquiera los meteorólogos predijeron- aparece la precariedad con todas sus caras. Al viento no resisten las chapas de los techos ni la fragilidad de las paredes. A la lluvia desenfrenada no la para el cordón cuneta porque no existe, demasiadas villas y asentamientos están emplazados en terrenos inundables, sobre lomas históricas de basura que se ablandan con el agua. Que suele llevarse lo poco que hay; y que se recuperará apenas hasta que venga otro vendaval y deje desnuda hasta la impudicia la pobreza sin casa.
Hábitat
La provincia hacinada, la de los cordones apretados del conurbano, donde viven 25 de cada cien habitantes del país, gastará 180 mil millones de pesos en salarios y endeudamiento, para invertir apenas una gotita de semejante presupuesto. Y no precisamente en viviendas, si se tiene en cuenta que la médula política es la seguridad de aquellos que tienen casa, con paredón, alarma y reja.
“Estas son consecuencias directas de que a un año de sancionada la Ley de Acceso Justo al Hábitat en la provincia de Buenos Aires, el gobernador no la reglamente y comience a ejecutar sus políticas y sus fondos que recauda desde enero”, dijo a APe Sebastián Cuccia, desde Resistencia Cultural Barrial (RCB).
La naturaleza reacciona cada vez con mayor frecuencia, harta de los pésimos planificadores, de los agronegocios que terminan con los bosques para estragar las tierras con monocultivos, de que le tuerzan el curso de los ríos, de que la acanalen y la atormenten. La Plata vivió el 2 de abril su tragedia infinita, con muertos incontables. Queda todo por reparar. El dolor que no se calma y las viviendas más vulnerables. El conurbano fue arrasado el 4 de abril de 2012 por un ramillete de tornados. Ituzaingó, Merlo, abandonaron barriadas confinadas durante meses sin luz ni techo. “La falta absoluta de capacidad ejecutiva del Ministerio de Infraestructura de la provincia en políticas habitacionales se evidencia claramente en que con financiamiento del BID compró materiales para el mejoramiento de mil viviendas informales afectadas o visibilizadas el 2 de abril por la justicia y no cumplió con el plazo de entrega: sólo entregó el 20%”. La organización barrial platense ahonda sobre una llaga quemante. “Lo sufrido hoy (por el lunes) por estas 800 familias que ya deberían tener mejoradas sus viviendas, ¿es un daño colateral del sistema o responsabilidad de los funcionarios encargados de ejecutar este programa?”
En La Plata el presupuesto municipal para 2014 prevé 3.000.000 millones de pesos para la Subsecretaria de Tierras. “Lo que el municipio gasta en un día para el aniversario de la ciudad”.
Las furias
Mientras en la Nación los planes de viviendas suben y caen bajo los espasmos electorales, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires “el crédito presupuestado para vivienda en 2013 es inferior a lo asignado en cualquiera de los demás años del período 2008-2013, salvo 2010”. Según el informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), “en el período 2008-2011 existe una notable y persistente subejecución del presupuesto. En 2008, 2009 y 2011 el crédito destinado a vivienda sufrió recortes por parte del Ejecutivo durante el ejercicio; el porcentaje del presupuesto total original asignado a vivienda disminuyó notoriamente: mientras que en 2005 representaba el 5,3%, en 2013 fue de 2,7 %”. El Ejecutivo macrista “llevó adelante un vaciamiento presupuestario del Programa de Radicación, Integración y Transformación de Villas y Núcleos Habitacionales Transitorios (PRIT), actualmente vigente por la Ley 148, y no le asignó presupuesto en 2013”.
La vivienda es una quimera para los sectores populares, que sobreviven en la precariedad y en la informalidad. Un estilo de violencia sutil, que no necesita disparos, machetes ni infantería. Una lluvia intensa, un viento voraz que se clava en la tierra y se levanta al cielo todo aquello que no tiene cimientos, deja fuera del juego a miles de un plumazo. No hay raíces que unan a la tierra, no hay paredes que sostengan un presente con alguna certeza. Las chapas que vuelan son armas mortales, las paredes que se derrumban sobre la fragilidad de los niños o los viejos, también.
La inseguridad de la intemperie no entra en las casas fuertes ni en los barrios cerrados.
Lástima que la naturaleza termine siendo un arma involuntaria de los predadores sistémicos. Pero que se cuiden el día en que la Pacha abra los ojos. Y cambie el sentido de sus furias.
Edición: 2583
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