El perro VIP que mordió a las madres

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Por Alfredo Grande
(APe).- Hablamos con palabras, pero pensamos con conceptos. Los conceptos tienen forma racional y se apoyan en una definición. Es un poco engorroso. Pero más engorroso son las discusiones sobre democracia, revolución, lucha de clases, cuando nunca se pone en superficie cuál es el sentido fundante de esas palabras. Los equívocos alimentan interminables discusiones que van diezmando las reuniones.

Un botón que quizá sirva para muestra. La afirmación: “El Estado somos todos”. Antes de decir que no, o que sí, o que más o menos, hay que poner en superficie cuál es el concepto de Estado que estamos utilizando. Los siempre invocados, habitualmente en vano, problemas de comunicación parten de estos malos entendidos. Que, si empiezan mal, terminan peor.

La palabra que se ha impuesto gracias a la agencia mediática es “vacunatorio VIP”. La idea, o, mejor dicho, mi idea, es que deje de ser mera palabra y podamos construir un concepto. Lo dije: es muy engorroso, pero también dije que es muy necesario. Ante todo, hay que reconocer, mal o bien que nos pese, que es una palabra que ha generado alto impacto, y como toda idea que se instala, aun para cuestionarla, hay que emplearla. Por eso el recurso de la actual ministra de salud púbica es pueril y, además, inocuo. Decir: “no hay vacunatorio vip” la deja atrapada en una paradoja. Para negarlo, tiene que afirmarlo. “Yo no creo en brujas, pero que las hay, las hay”. Expresión arcaica que de todos modos hacía palanca en algo importante.

La creencia racional no anula la percepción sensible. Aunque nos respondan con el bolsillo, seguimos hablando con el corazón. Que tiene razones que la cultura represora no entiende. Aunque no sea demasiado importante, es importante para combatir en la siempre declamada batalla cultural. Que, de tantas batallas, tenemos que pensar en el concepto de “guerra cultural”.

Podemos no entender, pero de los olores y sabores del fascismo estamos impregnados desde hace décadas. En esa batalla/guerra cultural, empecemos por no negar. Cuando negamos, oscurecemos. La estrategia que me parece adecuada es comenzar con una convicción militante. Hay vacunatorio vip. Ahora pensemos qué concepto tenemos de vacunatorio vip. Ejercemos el derecho a la “disección semiótica”. La semiótica es la disciplina científica que se encarga de estudiar los signos y las formas en que se construye y se transmite el sentido durante la comunicación. Forma parte de las teorías de lenguaje, donde el signo se define como la unidad mínima de una oración. En este caso, la unidad mínima es “VIP”. La razón es simple.

Como concepto, “VIP” es más inclusivo que vacunatorio. Lo VIP incluye muchas más situaciones que la de un vacunatorio. Me parece políticamente necesario ocuparnos de “lo VIP”. La derecha liberal y el fascismo de consorcio siempre lo tuvieron claro. El presidente que vino del Norte para vacunar al peronismo con el virus del liberalismo económico y las políticas reaccionarias, acuñó: “los niños pobres que tienen hambre y los niños ricos que tienen tristeza”. La trampa semiótica y cultural fue colocar en un mismo plano “hambre” y “tristeza”. Porque los chicos tristes no tienen hambre, pero los chicos con hambre también tienen tristeza. Y mucha. Y desesperación. Y dolor físico.

Tampoco indagaba por qué los niños ricos tenían tristeza. ¿Se quedaron sin el viaje a Disney? ¿Un niño más rico compró la play station 5? Por eso la frase del felizmente y recientemente fallecido ex presidente, es la frase de un VIP. Borró con las garras lo que varias generaciones escribieron con las manos de la militancia. Los niños eran privilegiados porque no tenían ni hambre ni tristeza.

Lo VIP fue ocupando espacios de gran poder. Ramales ferroviarios que cerraban, y avalancha de buses y camiones que florecían. El primer mundo verdadero para los VIP y su inolvidable “deme dos”. Dólar barato para importar todo, mientras la capacidad productiva de la Argentina era destruida. Aparecían nuevos VIP, también llamados los nuevos ricos. Remake de la “plata dulce” ahora en versión constitucional y electoral.

El indulto a los jerarcas del genocidio, fue otro despliegue de lo VIP. Y hay demasiados ejemplos que llegan a nuestros días, que cada vez son menos nuestros. Descubrir lo VIP que nos habita recién ´por el vacunatorio, es de un cinismo e hipocresía a prueba de votos. “El escándalo es la cara visible de la hipocresía”. Aforismo implicado que permite descubrir en cada escandalizado un enorme hipócrita.
En setiembre del 2017 (AP antes pandemia) escribí la declaración universal de los privilegios humanos.

O sea: un listado de toda la parafernalia VIP que nos invade. Sin embargo, a las damas y caballeros del pundonor republicano sólo les preocupa del universo VIP, el maldito vacunatorio.

Para el modo retroprogresista y fascista de consorcio lo VIP no solo está naturalizado, sino sacralizado. Un Ministro aclara que los funcionarios no son propietarios del Estado. Lo que no aclara es que en realidad el Estado es un country cerrado para pocas y pocos de varios poderes VIP.

Un importante militante social me decía que nunca el kirchnerismo llevó en sus listas a un piquetero o militante barrial. O sea: los frentes nacionales y populares también tienen sus VIP. Un periodista de triste figura y lamentable discurso, hace una defensa del vacunatorio señalando que en todo el planeta hay corrupción con las vacunas. Seguro nunca leyó mi aforismo: “mal de muchos, consuelo de cómplices”.

Lo sepa o no, creo que no, esa línea argumental lo convierte en cómplice por legitimación. Una especie de resignación costumbrista del tipo “así es la vida”. Un dato no menor, o sea un dato mayor, es apuntar, en el sentido literal de la palabra, a quien disparó primero con el misil del vacunatorio VIP.

El escritor de libros muy necesarios, feroz crítico del peronismo liberal, con tono y sonrisa de abuelo de Heidi, sacó la espoleta de la granada. ¿Deterioro cognitivo, falsedad ideológica, abuso de posición dominante, síndrome de Estocolmo? Poco importa. Los servicios a la derecha reaccionaria supongo que le serán recompensados. Lo que me importa ya que tanto valoramos la memoria histórica, es recordar desde el lejano 2002, una feroz mordida del CEO VIP del periodismo progresista, incluso revolucionario.

En un acto realizado en la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, de la cual fui fundador, desde ya no el más notorio, pero fundador fui, 4 oradores se refirieron al ataque a las torres gemelas del 11 de septiembre de 2001. Indignado por las manifestaciones allí realizadas, escribe un artículo cuyo título es sugerente. “La alegría de la muerte”. El remate es impactante. “Estas nuevas definiciones, en un momento en que el mundo se acongoja ante la provocación siniestra del 11 de setiembre y las represalias terribles contra personas tan indefensas como las asesinadas aquel día, obligan a la respuesta de quienes no creemos que haya que elegir entre la limpieza étnica de Milosevic y los “daños colaterales” de la OTAN, entre las explosiones de Bin Laden y las de Bush, entre los colonos fascistas de Sharon y los asesinos seriales de Hamas, sobre todo en este diario, (Página 12) que con tanta generosidad abre sus páginas cada viernes para algunas de las enseñanzas que se imparten en esa academia”.

Luego de esa diatriba, fuimos a entrevistarnos con la plana mayor de Pagina 12. Recuerdo los nombres de los que nos recibieron y de los que fuimos. La generosidad que el CEO VIP había mencionado, se interrumpió levantando de la noche del jueves a la mañana de viernes, el Suplemento de la Universidad Popular que publicaba semanalmente Pagina 12.

Los que fuimos pretendíamos denunciar a la plana mayor que el periodista VIP que acusaba por alegrarnos de las muertes, era financiado por fundaciones norteamericanas. Lo digo en fácil: pusimos violín, guitarra y piano en bolsas, y salimos trasquilados. La decisión final, aunque me tienta decir la solución final al conflicto generado a partir de ese acto político académico, fue eliminar el Suplemento del diario. Ya las Madres habían sido sancionadas por defender a los presos vascos. Mi texto “Los enemigos del pueblo” quedó sin publicar. Pude leerlo en una actividad de la COOPI en Villa Carlos Paz. La misma cooperativa que hoy también padece la solución final de la intendencia de esa ciudad que pretende destruirla.

El periodista CEO VIP decretó el final de la historia de ese Suplemento que era para toda la militancia, una las caras más visibles de la Universidad Popular. Actuó como CEO VIP corporativo. 20 años después, que parece que son algo, en tono bonachón, destruye al Ministro de Salud de la Nación.

En su programa de reducción de daños, el Gobierno Nacional pone un corral para hablar solo del vacunatorio VIP, sin que lo VIP de nuestro reino constitucional, que algunos llaman democracia, sea cuestionado. Oxígeno para el fascismo de consorcio y anemia para el retroprogresismo. Por eso no es un tema de corrupción. El capitalismo no está corrompido. Es una inmensa fábrica de lógica VIP. Que ya no es “very important person”. Sino “very importante privilege”. Los más importantes privilegios. A esos privilegios hay que morderlos. Y destrozarlos. Pero si el Perro VIP muerde, y después ladra, es solo para mantenerlos.

Edición: 4270

 


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