El misterio de la felicidad peronista

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 En recuerdo de Jose Luis Cabezas, Luciano Arruga y los mártires de las luchas por mejor democracia.

(APe).- La cultura represora tiene diferentes claves para poder reinar mientras proclama que gobierna. Una de las más eficaces es transformar la culpabilidad de los burócratas de estado, que algunos llaman funcionarios, en la culpa de las víctimas.
Los cortes de energía tienen como causa que se han comprado demasiados equipos de aire acondicionado. No solamente eso. Los compradores pretenden usarlos. La Razón de Estado oculta que el Estado usa la Razón como coartada. Ayer escuché una charla entre una pasajera y un conductor de la línea 59. Por suerte con aire acondicionado lo que muestra que la lucha de clases nunca termina, ya que la mayoría de los bondis capitalinos son avernos rodantes. Los dos criticaban duramente a nuestra Presidenta. Lo que más me interesó de la charla fue que manifestaban su sorpresa de la poca reacción de la gente ante los cortes de luz.

Esta anestesia, paresia, parálisis colectiva no es un dato menor. Una democracia donde hay mucha queja, poca protesta y ningún combate se convierte en un ritual democrático, muy alejado de una praxis de emancipación. Por eso una fundante Razón de Estado para la cultura represora es no alejar el horizonte de la felicidad de la vida cotidiana. El más allá ya no interesa, ni conforma, aplaca, contiene, somete, ni reprime a nadie. Algunos llaman a esto saqueos. El tema donde se juega el Poder en nuestra cultura es el más acá. Ese más acá tiene nombre: hiperconsumo. El consumismo (consumir consumo además de consumir objetos) es el packaging de la felicidad de mercado. Ese mercado culpable de la subida del dólar oficial, según el sermón sin la montaña del jefazo de gabinete. El tema de la felicidad no me es ajeno, especialmente desde que acepté que nunca podría alcanzarla, aunque acepte que me siga persiguiendo. Por eso luego de escribir mi “alegato contra el mandato de la felicidad”, resolví ir a ver la película “El misterio de la felicidad”. El subtítulo también me inquietó: “¿te enamorarías de la mujer de tu amigo?” Con la sutileza de la cultura represora con su barniz de progre, el tiempo de declinación es potencial. Tibia, muy tibia forma de enfrentar al lapidario mandamiento de no desear a la mujer del prójimo. Ni al prójimo. La película, que tiene una formidable actuación de Guillermo Francella e Inés Estevez, resuelve el misterio de la felicidad de la manera más simple: individualismo al palo. 20 años no son nada, pero 30 años lo son menos. El alucinatorio vincular de una amistad de décadas, curiosamente similar a las décadas de nuestra democracia, se resuelve con un “toco y me voy”. El deseo es pensado sólo desde una matriz individualista. Ese es todo el misterio. La felicidad capitalista y burguesa sólo tiene como clave la salvación individual. Pero que necesita, y ésa es la tragedia posmoderna, el hundimiento colectivo. Nadie se eleva, pero si los demás se derrumban, el efecto es parecido. El misterio de la felicidad peronista es asegurar la felicidad del pueblo en el marco de la comunidad organizada y la alianza de clases. Empresarios y trabajadores: fifty / fifty. Aunque uno de los fiftys sea mucho más numeroso que el otro. Esa negación absoluta de la lucha de clases afuera, llevó a una sangrienta y despiadada lucha de clases adentro. La masacre de Ezeiza fue la marca del imposible retorno de Perón en el marco de una conciliación clasista. La derrota de la izquierda peronista y del peronismo de izquierda (que no es lo mismo aunque no pocas veces parezca igual) necesitó la dictadura cívico militar que asesinó a miles de combatientes, y a decenas de miles de militantes sociales y políticos.
El alucinatorio social lopezrregista de la Argentina Potencia se derrumbó como un castillo de naipes podridos. El golpe de desgracia fue el menemato, que reconcilió al peronismo con el mercado despreciando al Estado. Luego el kirchnerismo reconcilió al peronismo con el capitalismo despreciando al mercado. Pero necesitándolo para que se sigan comprando autos, viendo fútbol con zócalos publicitarios del gobierno o para culparlo de la suba del dólar oficial (cállate, cállate Capitanich que me desesperas..) Jorge de Mendonca acuñó el término “capital zurdismo”. Algo así como decir “de casa al subsidio y del subsidio a casa”.
Uno de los principales misterios de la felicidad peronista se resume en esta frase: “no soy yo, sos vos”. O sea: lo bueno es gracias a nosotros, lo malo es por desgracias de ustedes. El tema se complica porque para que la felicidad sea completa, el nosotros tiene que mantener cierta coherencia. La felicidad peronista se ve interpelada porque Scioli, Massa, Macri, De Narvaez, Gioja (otro que reaparece) Alperovich y algunos más y algunas menos, se reconocen como peronistas. Otro misterio.
El movimiento incluye desde un vals, una lambada, un reageton, una milonga, con el misterioso argumento de “por lo menos todos bailamos”. Una conclusión bondadosa es que el misterio de la felicidad peronista es la confusión permanente de identidades y proyectos políticos. Las décadas son ganadas o son perdidas de acuerdo a los vientos de las economías líderes. Ayer una privatización, hoy tarifas subsidiadas, mañana una nacionalización que no llegó a ser expropiación.
Otro de los misterios de esa felicidad es atacar al opositor en forma encarnizada y luego pactar con él. Gobiernos de la Ciudad de los malos aires y de la Nación acordando por la repartija del espacio público. Y ahora por el traspaso del Instituto Espacio de la Memoria. Un comunicado de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre señala, entre otras cuestiones: “Es por ello que desde el Consejo Directivo del IEM alzamos nuestra voz de preocupación y alarma ante los trascendidos de un acuerdo entre el gobierno de la Ciudad y el de la Nación para disolver el Instituto Espacio para la Memoria como instancia de autonomía y confluencia del movimiento popular con ámbitos estatales y trasladar todos los edificios bajo la guarda y gestión del IEM a la esfera nacional” .
Pero la felicidad peronista tiene un misterio del cual nunca podrá renunciar. Todo intento de pensamiento crítico, más allá de sus aciertos, omisiones y errores, será despiadadamente descalificado. El nombre de esa atávica descalificación es el sambenito de “gorila”. A diestra y siniestra.
La Tendencia Revolucionaria en sus enfrentamientos con el aparato fascista del estado organizado luego del golpe de estado contra el tío Cámpora, le dobló el brazo al sambenito. Nunca olvidaré: “qué pasa general que está lleno de gorilas el gobierno popular”, “conformes, conformes, conformes general, conformes los gorilas el pueblo va a luchar”. Atacar a la derecha peronista también quedó marcado como “gorila”. Por eso honro a los valientes combatientes que lucharon por la patria socialista. Y que enfrentaron a la más cruel de las traiciones. Habrá más penas, pero trataremos de que no haya más olvidos. También se lo debemos al gordo Soriano. El misterio de nuestra felicidad será otro: un colectivo con una estrategia de poder. Unión anticapitalista, clasista, revolucionaria. Esa felicidad podré disfrutarla aunque no la vea. Y de tanto que me persigue, ojalá más temprano que tarde me alcance.

Ilustración: pinturas de Xul Solar.

Edición: 2616


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