El hambre y la disputa obscena

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Por Claudia Rafael

(APe).- Parece no haber dilema mayor que el de 2023. Poco importa alrededor. El poder político se desvive para mover sus fichas con un único objetivo: no quedar fuera de su propia carrera electoral. La supervivencia en los estrados de decisión como una meta irrenunciable se asemeja a una batalla de superficie que va dejando jirones a su paso. Hace rato ya, olvidaron el significado de la vergüenza. Es una meta corta la suya. Apenas unos cuantos meses. No mucho más. Luego renovarán esa meta de cara a los siguientes dos años. Siempre así. Siempre igual. En disputas de poder para perpetuarse a sí mismos mientras la tragedia del saqueo es una constante que millones sufren en carne propia. A la vez que miran por teve una contienda ajena que ni siquiera los nombra.

Unos cambian los ministros y los secretarios, hacen anuncios que con celeridad desanuncian, prometen oropeles y filigrana y se desafían como si se tratara de una pulseada o de un fulbito sobre la mesa.

Los otros cuestionan desde una falsa castidad que reivindican como si no tuvieran las manos y las palabras manchadas de dolor y muerte.

Mientras se fagocitan a millones. Ni unos ni otros son capaces de mirar a los ojos a esa mujer que apenas un manojo de días atrás se lavaba los dientes (en un simulacro de normalidad) sentada al borde del cantero de la porteña avenida 9 de Julio, en el que viene sosteniendo las noches con el frío en las costillas. Ni escuchan el sonido crujiente del fuego sobre una casilla iluminada con un par de velas.

Sus palabras no hablan de ese 64,9 por ciento de niñas y niños de 0 a 17 años que viven en hogares pobres ni de ese 14,7 que forman parte de hogares indigentes. (Cifras 2021 del Observatorio de la Deuda Social Argentina, UCA). Ni desgajan a esa tasa de pobreza que trepa al 73 por ciento de niñas y niños en el Conurbano bonaerense.

Las palabras de ellas y ellos no los nombran. Las cifras crecieron y estallaron en el tiempo pero se las puede serpentear a lo largo de todos estos años en los que se fueron alternando los mismos púgiles que hoy se preparan para llegar ilesos al 2023.

La gran disyuntiva no tiene la piel marrón de la que recubren las calles. Tiene el tinte de la hipocresía y el olvido. Es una partida obscena que jamás se detiene en el sabor de la felicidad de los pueblos. Se posiciona más bien en el formato de las piezas que cambiar, simplemente para que encastren y seguir flotando en las aguas del poder.

La encrucijada no tiene el color del hambre. Ni su olor espeso. No sabe de mate cocido en la noche para entibiar las horas. No conoce de dolor de panza ni de noche en la que invaden los torbellinos de frío y de miedo que se extienden por la ciudad.

Dice la FAO (organismo para Alimentación y Agricultura de Naciones Unidas) que 56,5 millones de personas sufrieron hambre en el continente en 2021, mientras que 268 millones enfrentaron “inseguridad alimentaria”. Eufemismo que el mismo organismo define como “obstáculos moderados o severos para obtener suficiente alimento a lo largo de un año”. Desde 2015 –dice la misma FAO "el hambre casi se ha duplicado en América del Sur".

Argentina es parte de esa radiografía a pesar de sus cientos y cientos de vacas en cada ramo de las rutas que atraviesan al país. Es parte de ese universo fatal a pesar de los records de toneladas de cereales que se cosechan en los campos y que biencotizan en la bolsa. Argentina es obscena en sí misma. Se la puede visualizar en una fotografía bifronte.

De un lado, los titanes del ring electoral que se aseguran su presente y el de unos cuantos en su entorno en una perpetuidad impúdica. Mientras tributan el rinde del saqueo a los dueños del mundo.

A costa de la vida de millones que tienen talado el presente y ya ni aspiran siquiera a un futuro de felicidades. Tan solo a la esperanza de una comida caliente en la noche.

Apenas eso.

Habrá que empezar a hurgar hasta encontrar los pliegues por los que caminar hacia otra vida. Y edificar, como escribía Adoum, la dulce iniciación en la desobediencia.

Edición: 4141


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