La hambruna es un genocidio

Por Alfredo Grande

(APe).- Creo que tenemos que prepararnos para que el criminal de guerra, presidente de Israel, condenado por la Corte Penal Internacional, sea nominado al premio nobel de la Paz. La Paz, desde el marco conceptual de lo que llamo cultura represora, es la paz de los cementerios. La famosa PAX ROMANA, es decir, la paz del vencedor. Gracias al pensamiento híbrido, paz se opone a guerra, pero paz también prolonga la guerra por otros medios.  Estoy parafraseando a Clausewitz.

No solamente la política es la continuación de la guerra, sino que también la paz es la continuación de la guerra. Quizá hasta la muerte sea la continuación de la guerra. Cuando Tolstoi escribió La guerra y la paz, es posible que la idea de paz tuviera alguna consistencia.  Ya no la tiene. Es una familia conceptual en retiro efectivo: paz, democracia, pueblo, revolución.  Obviamente, el retiro puede ser de futuros avances. No creo que llegue a verlos.

Por eso la hambruna – genocidio del pueblo de Gaza no es una estrafalaria decisión de psicópatas desquiciados. Conozco a muchos psicópatas desquiciados que no toman esas decisiones. La hambruna – genocidio es una política pública cuyo nivel de salvajismo y brutalidad necesita psicópatas desquiciados. Pero son ejecutores del plan.

Los autores intelectuales tienen el nombre pomposo de Jefes de Estado, Mariscales, Generalísimos, Impoluto señor de los Infiernos, Fuhrer, Duce, etc. Y todo comienza con un postulado de la economía liberal: “los bienes son escasos”. Lo cual es cierto, pero son escasos porque los hacen escasear. O sea:  la apropiación del excedente.  Se reparte entre muy pocos lo que se produce entre muy muchos. Pero esta contradicción fundante debe ser ocultada. Y el que mejor la oculta es el capitalismo.

La hambruna es una política pública donde el Estado Absoluto toma la absoluta decisión sobre quién vive y quién muere.  Y como toma absolutas decisiones que incluyen a cientos de miles de niños, mujeres, adolescentes, viejos y viejas, población desamparada, entonces la figura de genocidio es necesaria. Los viejos anarquistas decían: “cuando el estado sale a matar, se hace llamar Patria”. Cuando el sionista sale a matar, se hace llamar semita. Aunque mate semitas. La victimización del victimario es siempre buen recurso en el marco del pensamiento híbrido. La víctima algo habrá hecho. Y todo castigo, es hasta que se demuestra lo contrario, justo.

El ejecutor principal del plan de exterminio visitará la Argentina. Iba a decir, escribir, nuestro país, pero ya no es nuestro. Espero una formidable bienvenida. Si lo poco a lo que podemos aspirar es a que “paguen su culpa los traidores” que así sea. Siempre supimos que el hambre era un crimen. Ahora sabemos además que la hambruna es un genocidio

¿Que más necesitamos saber?