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Por Alfredo Grande
“en una cultura no represora, el orden de los factores siempre altera el producto”
(aforismo implicado)
Cayó el hijo de Emilio Pérsico por drogas
Pablo Pérsico, hijo del subsecretario de Economía Social del ministerio conducido por Alicia Kirchner, fue detenido cuando transportaba plantas de marihuana en una camioneta oficial. El caso trascendió anoche, a pesar de que la detención se produjo en horas de la mañana.
El hijo de Emilio Pérsico, de 19 años, se encuentra involucrado en una causa por tráfico de estupefacientes para la comercialización, delito que prevé una pena de entre 4 y 15 años de prisión. La causa se encuentra a cargo del juez Guillermo Atencio y el joven permanece en la comisaría de El Dique.
(Diario Crítica de la Argentina 20/10/09)
Dijo que hay agentes que reclutan chicos para robar
Polémica por la denuncia de un juez contra la Policía. Ninguna de las declaraciones preanuncia la apertura de una investigación judicial, pero dos ministros de la Provincia, un fiscal y un juez Contencioso Administrativo mantienen una "guerra de comunicados" por la presunta conexión de la Policía bonaerense y los menores que cometen delitos. La saga comenzó el 9 de octubre, cuando la Cámara de Apelaciones de La Plata habilitó el traslado de menores a comisarías para averiguación de antecedentes. Estas facultades estaban suspendidas desde 2008, cuando el juez Luis Arias declaró inconstitucional la operatoria policial. Resultado: el magistrado advirtió que recurriría a la Suprema Corte. Y unas horas después denunció que los policías reclutaban chicos para robar, a cambio de dosis de paco.
(Diario Clarín 23/10/09)
El gerente de Aerolíneas intentó justificar el vuelo especial para ver a la Selección
Mariano Recalde afirmó que el chárter a Uruguay el día del partido por Eliminatorias se debió a "una gran demanda de pasajes". Y calificó de "mal intencionada" la información de que hubo sindicalistas, además de otros directivos de la empresa, entre los pasajeros. El gerente general de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, intentó esta mañana justificar un polémico vuelo a Uruguay el día del último partido por Eliminatorias de la Selección, en el que habrían viajado directivos de la compañía y sindicalistas ocupando sólo un tercio de los asientos disponibles. Afirmó que se dispuso por "una gran demanda de pasajes".
(Diario Clarín 22/10/09)
(APe).- Siempre me interesó pensar en la “delgada línea roja”. El salto en la cualidad es apenas la sombra de un pelo en la tierra. Otra versión del mismo concepto, quizá un poco más de barricada, es la conocida serie: “no es lo mismo... un gato montés, que te montés un gato”. Con el indudable valor de lo clásico, es portador de una profunda sabiduría. La inversión de la lógica formal genera un salto en la cualidad. Si las tres tristes noticias que encabezan la nota, las pensamos como analizadores, nos daremos cuenta que de diferentes maneras, están hablando de lo mismo. Y lo mismo es, a mi criterio, el deslizamiento del capitalismo serio, como mito refundacional de la burguesía nacional, aunque nunca demasiado popular, al mercadeo mafioso. Como todos sabemos, las mafias son el nivel fundante de la sociedad capitalista. Las empresas legalmente constituidas y bendecidas por la nueva cultura tributaria, tienen prácticas mafiosas. O sea: ilegales, ilegítimas, incalificables. En un Estado de Derecho cuya biblia laica fuera la Constitución Nacional, los trabajadores recibirían una parte de las ganancias de las empresas. O sea que la famosa flexibilidad y los premios a la productividad, banelco más, diners menos, son anti constitucionales. Dicho en otros términos: las frecuentes alusiones a “la caja”, que curiosamente también es feliz, alude a la financiación ilegal de las actividades legales. Repito porque después de escribirlo a mí también me impresiona. Actividades legales financiadas con actividades ilegales o ilícitas. Desde los juegos de azar, urgencia y necesidad, hasta los agro-trucho-negocios. Desde el famoso y optimista refrán del “roba pero hace”, a la amarga comprobación de que “hace para robar”. Si nadie hace la plata trabajando, como dijo el mejor analista de la cultura actual, que no es Aguinis (Marcos) sino Barrionuevo (Luis), la pregunta que se impone es: “¿y entonces cómo la hace?”. Y reaparece la delgada línea roja. No es lo mismo que robe pero haga, a que haga para poder robar. En este último caso, el robo está predeterminado. O sea: el robo es el nivel fundante de la motivación del ciudadano en la función pública. Como en la mala praxis médica, se impone la inversión de la prueba: cuando el funcionario cumple o le hacen cumplir su mandato, tendría que demostrar en forma fehaciente que no robó. Esto implicaría un salto cualitativo porque después de tantos planes y plancitos, privatizaciones, expropiaciones invertidas, megacanjes, blindajes, defaults, devaluaciones, compra de terrenos fiscales, re estatizaciones deficitarias, etc, he llegado a la conclusión que es necesario probar la honradez porque la condición de ladrón tiene algo más que duda razonable. Y no se trata de la versión walt disney que es la ocasión la que hace al ladrón. El ladrón hace la ocasión, las ocasiones, aunque habitualmente se denomine gobernabilidad a esta producción cuasi industrial de ocasiones. En realidad, la preocupación por la gobernabilidad que es obsesiva en todos los gobernantes, es una genuina preocupación de que no se corten los negocios, los que son bajo cuerda o los que son sobre escritorio. La denominada “corrupción estructural” que el imán de Anillaco pretendió combatir expropiando al revés las empresas públicas, no deja de ser una forma encubridora, al mejor estilo de la cultura represora, de referirse a la rapiña organizada, garantizada y asegurada. “Custodiado por expertos”: la pléyade de abogados, contadores, asesores de imágenes, cafischios del pensamiento, garantizarán que la mujer del César y el mismísimo César, lo parezcan aunque no lo sean. Cuando la línea roja deja de ser delgada y se transforma en una grieta amarillenta de pus, el temor al estallido excita los reflejos represores. Pero los factores siempre pretenden que, aunque se cambie su orden, el producto de la rapiña se incremente. El país generoso, donde las máscaras de la impunidad se estrenan día tras día en el carnaval del diablo. Las tres tristes noticias tienen un hilo conductor y predador que las une. Cambian los medios, pero siempre es el mismo fin. Lo público/estatal se pone al servicio del interés privado/mafioso. Una economía mafiosa de mercado sigue vigente, que es transversal a clases sociales y partidos políticos. Y diría a respetables instituciones fundadoras de la nación. El mayor obstáculo para la desmanicomialización antes de Macri (D.M. podría designar la era 1 donde comienza la depredación sistemática de la ciudad macrinómana de buenos aires, que espero sea conocida por su sigla Ci.Ma.B.A) fueron los sindicatos que organizan a los trabajadores de los hospitales psiquiátricos. Porque ya está suficientemente demostrado que “el guerrero que murió lleno de honor, ni murió ni fue guerrero”, como nos dice Discepolin en el tango “Chorra”. Que bien podría tener una re lectura de género y llamarse “Chorro” y ¿por qué no?, una amplificación mayor y titularse: “Chorras y Chorros”. La subasta del petit hotel de la venus del chanchito, la María Julia, es una de las tantas pruebas de los dichos. En esta economía mafiosa, hasta el propio Gobierno propone que la ayuda social se haga con tarjetas plásticas directamente en el banco. Para intentar impedir el denominado clientelismo, piadoso eufemismo para referirse al mercado cautivo de las mafias de la distribución. Que es sabido, tienen su propia versión de la distribución de la riqueza. La Marcha de los Chicos del Pueblo es necesaria por muchas razones. Una de ellas, denunciar a esta economía mafiosa de mercado que, aunque en años de democracia se ha vestido de seda, pero mafia se queda.
Edición: 1621
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