Dramatización de la hidrovía

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Por Carlos Del Frade

(APe).- -“… Hasta hace seis o siete meses los argentinos no tenían ni idea de lo que era…No quisiera tampoco, a pesar de que hace horas que soy el ministro, sumarme a la dramatización de la Hidrovía…Puede haber distintas posturas sobre qué hacer o qué modalidad tomar con respecto al futuro de la Hidrovía. Hay que desarrollar un proyecto que contemple el transporte fluvial marítimo para los próximos 30 o 40 años– dijo el nuevo ministro de transporte de la Nación, Alexis Guerrera, el lunes 3 de mayo de 2021, luego que el gobierno formalizara a través de la resolución 129/2021 publicada en el Boletín Oficial la prórroga por 90 días de la actual concesión. Es necesario descolonizar la cabeza. Mirar y escuchar con atención.

Hidrovía SA es el nombre de la empresa que desde 1995 realiza las tareas del dragado, balizamiento y peaje de las embarcaciones que atraviesan el río Paraná. Una fusión entre la belga Jan de Nul, una de las cinco dragadoras más importantes del planeta y la firma argentina, Emepa que al unirse parieron esa denominación, Hidrovía SA. De allí que reducir el tema de la circulación de las riquezas argentinas que se van por uno de los cursos de agua más extraordinarios del mundo al nombre de la empresa que explota algunos servicios es una maniobra que encubre la discusión sobre semejante flujo de dinero.

Segundo ejercicio de descolonización mental: las multinacionales que tienen a su cargo la explotación de los muelles sobre el Paraná, el río de La Plata o sobre el Mar Argentino, son inquilinas. Las verdaderas propietarias son las familias del pueblo a través de su representante legal, el estado argentino. Por lo tanto el que debe poner condiciones es el propietario, no los inquilinos por más poderosas que crean ser.

Tercera cuestión, señor ministro Guerrera. No tenemos su templanza porque a diferencia de su punto de vista, nosotros entendemos que hay un drama cotidiano detrás del problema de la extranjerización de riquezas por el Paraná.

Santa Fe es la síntesis.

Durante el año 2020, primer año de la pandemia, por las cinco aduanas que tiene la provincia se exportaron 22 mil millones de dólares y no quedó un peso para el estado santafesino.

Consecuencia de la guerra del Paraguay que en septiembre de 1866 produjo una reforma en la Constitución Nacional por la cual se imposibilitó a las provincias cobrar ingresos brutos a las exportadoras. Algo que fue reactualizado por los pactos fiscales que a partir de 1991 impuso el ex presidente Carlos Menem.

Desde entonces el federalismo es una ficción en la Argentina.

Pero hubo otro saldo, en 2021 las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo determinaron que en el Gran Santa Fe hay 212 mil personas en situación de pobreza y 506 mil en el Gran Rosario.

La contradicción es dolorosa y obscena.

Se van riquezas por 22 mil millones de dólares y quedan 718 mil personas empobrecidas en los principales conglomerados de una de las provincias más ricas de Sudamérica.

Ese es también uno de los dramas derivados de la extranjerización de las riquezas que pasan por el Paraná.

Si no se profundiza lo nacional, el gobierno se hace antinacional y si no se profundiza lo popular, el gobierno se hace antipopular.

Y el drama es que miles de personas no tienen tanto tiempo.

Hay 19 millones de personas por debajo de la línea de la pobreza en la Argentina. Ellas no le pueden empatar al fin de mes. Para esas 19 millones de personas el presente de la extranjerización de riquezas argentinas es un drama real, palpable y cotidiano.

Por eso es fundamental aprovechar la oportunidad que regala el almanaque para generar una presencia estatal virtuosa (ni boba, ni cómplice ni corrupta) que genere control, administración, planificación, reactivación de la industria ferronaval, recuperación de la biodiversidad y presencia nacional inteligente en el mercado exterior de granos.

Por un Paraná sano, productivo y nuestro.

Recuperar la soberanía sobre las riquezas del Paraná para recuperar soberanía y dejar de ser una semicolonia donde se eligen gobernantes, se tienen fechas patrias y hasta himno nacional pero donde no se administran la mayor parte de las riquezas que produce el propio pueblo.

Señor Ministro, nosotros queremos ser una nación.

Es el viejo sueño de la Argentina.

Ustedes deben ser y hacer otra cosa.

Edición: 4315

 


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