De eso no se habla

Por Sergio Alvez

(APe).- El domingo 7 de mayo habrá elecciones en la provincia de Misiones. Se elige gobernador, vice, legisladores provinciales, intendentes y cuerpos de ediles municipales. Ley de lemas mediante, competirán 1182 sublemas en toda la provincia. Sólo para el cargo de intendente, se postulan 753 candidatos y candidatas, con 78 municipios en pugna.

Con la campaña en pleno desarrollo, el desfile de candidatos es incesante por los medios de comunicación provinciales y por las emisoras radiales de cada pueblo. La vía pública y las redes sociales se inundan de mensajes políticos y propuestas electorales de todo tipo.

Sin embargo, hay una cuestión absolutamente descartada e invisibilizada en la agenda electoral, aun cuando el peso de la problemática es acuciante en la provincia: la violencia institucional.

A saber, en los últimos días, se conoció la noticia de la citación a indagatoria a cuatro policías cuya responsabilidad se investiga en el marco de la causa por el secuestro y posterior asesinato de Josías Galeano, un adolescente de 15 años, cuyo cadáver fue hallado el 3 de junio del año pasado en un bañado de la localidad de Oberá, allí en la Zona Centro de la provincia.

Hasta el momento, el único detenido que tiene la causa es un hombre de 26 años llamado Rogelio Texeira. Sin embargo, la representación legal de la familia del chico asesinado, apunta contra efectivos de la Unidad Regional II, que días previos a la desaparición de Josías circularon por el barrio del chico, preguntando por él a los vecinos. Además, la última fotografía que se conoció de Josías durante su desaparición de 34 días, fue difundida por la propia policía. En la imagen, el adolescente aparece con el rostro golpeado y un patrullero que alcanza a verse asomando detrás.

“Estoy convencida de que los policías mataron a mi hijo” expresa Carolina Ramírez, madre de Josías. El Juzgado de Instrucción 2 de Oberá, a cargo del caso, es encabezado por el juez Horacio Alarcón.

Otro hecho reciente tuvo lugar hace apenas algunas semanas, en la ciudad de Posadas. El 31 de marzo, cerca de las 1.30 de la madrugada, un adolescente de 16 años llamado Santiago Benítez, intentaba ingresar junto a dos jóvenes más, a una vivienda del barrio Villa Poujade, cuando escuchó la voz de alto de un  efectivo de la Policía de Misiones que lo apuntaba con un arma reglamentaria 9 milímetros.  Los tres jóvenes desistieron del intento y salieron corriendo en dirección a la ruta nacional 12. La bala policial impactó en el cuerpo de Santiago, ocasionándole la muerte. La explicación del asesino, fue que en la persecución, trastabilló y el arma terminó disparándose sin querer.

El policía, un comisario llamado Justo Horacio Barreiro, permaneció detenido hasta el pasado 4 de abril, cuando el Juzgado de Instrucción Siete, a cargo del magistrado Miguel Mattos, ordenó su libertad, determinando que se trató de un homicidio “accidental”.

Apenas una semana antes, en la fronteriza localidad de Bernardo de Irigoyen, la policía asesinó de un disparo a una joven brasileña de 19 años que padecía el consumo problemático de drogas, en el marco de un operativo que tuvo lugar en una humilde vivienda de madera próxima al paso del arroyo Pepirí Guazú.

La víctima, identificada como Vanessa Da Silva, era buscada en el vecino país, por un caso de hurto, y había cruzado a Argentina de manera ilegal, portando incluso una tobillera electrónica. En su brutal proceder, pese a que la joven se encontraba desarmada, los efectivos de la policía de Irigoyen irrumpieron a los tiros, asesinaron a la joven e hirieron a otras dos personas. Un video registrado por un testigo, muestra además los instantes de agonía de la joven, ante la cercanía pasiva de efectivos policiales.

Tres efectivos involucrados, quedaron en libertad tras declarar ante el juez Ariel Belda Palomar.,

Un último caso, se registró el jueves 20 de abril, cuando trascendió la noticia del “hallazgo” del cuerpo de un joven de 26 años en la comisaría de la localidad de Gobernador Roca, quien se encontraba alojado en esa dependencia desde hacía varios meses, acusado de un homicidio. Desde la comisaría reportaron un suicidio. Se trata de una situación que en los últimos años se repite hasta el hartazgo en toda la provincia: jóvenes detenidos que aparecen ahorcados en las celdas.

Así, en pocos días, se acumulan en la provincia de Misiones un preocupante cúmulo de situaciones de muertes que involucran directamente a la policía. Estos casos forman parte de un contexto general, donde la violencia institucional irrumpe como una problemática persistente, de la cual en campaña, no se habla.

Hernán Céspedes, David Gómez, Natalia Almada,  Darío Franco, Hugo Wasyluk, Andrés Vargas, Aníbal Verón, Rogelio Bandera, Angel Maciel, Facundo Sequeira, Armando Carmona, Mario Golemba y Víctor Dos Santos, son algunos de los nombres que completan un listado de víctimas que no para de crecer, ante la naturalización de la violencia institucional y la desoladora tendencia a la impunidad.