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(APE).- Salimos de Córdoba hacia Arroyito, cielo gris, corazón de sol. Allí fuimos recibidos por los niños de la Escuela Especial Tobar García, trabajadores, desocupados y la murga “Reparadores de Sueños”. El Intendente nos declara de Interés Municipal.
La Ruta 19 nos llevó a San Francisco, en la provincia de Córdoba a donde arribamos a las 13:30 horas. Nos recibió la música de la murga “La Estación” y los “Diablos de la Paz” con su pentagrama de calles y colores. Las escuelas Yrigoyen, De la Misericordia, Fasta y José María Paz ponían en la tarde una acuarela y un revuelo de niños.
A las 4 de la tarde llegábamos a la ciudad de Rafaela, donde cientos de niños de las Escuelas Lisandro de la Torre, Güemes, Bernardino Rivadavia, Mariano Moreno, Comunidad Nueva Esperanza y Casa de los Adolescentes, entre otros, derramaban bienvenida y abrazos a la Marcha de los Chicos del Pueblo.
En el acto un chico de Rafaela decía: “Necesitamos pedirle URGENTE trabajo para nuestros padres y un poco de pan para las familias pobres”. Agregaba “que los gobernadores dejen de robarle la plata al pueblo argentino porque esa plata la pueden invertir en fuentes de trabajo. Bueno, exigimos que se respeten los Derechos del Niño porque ellos son el futuro del país”.
Una madre con una pequeña en brazos con lágrimas en los ojos nos regalaba un corazón de papel para darle fuerza a nuestras piernas. Rafaela es una ciudad rica en cereales, especialmente en soja, en leche, que emana generosa de sus campos.
Al alcance de nuestra mirada, los niños de Rafaela cuando nos íbamos para la ciudad capital de Santa Fe, exhibían su oficio de mendicantes.
Rafaela es una paradoja. La paradoja país.
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