Control

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Por Sandra Russo

(APE).- Un colectivo de la línea Micro Ómnibus Quilmes atropelló y provocó la muerte de un niño, un niño sin nombre, un niño sin identidad, un niño que en la crónica que registra su muerte sólo es designado como “un niño de la calle”, como si la calle fuera el DNI de los desahuciados y los sin valor.

 

Vecinos de la esquina de Garibaldi y Moreno, en Quilmes Centro, escucharon la frenada del colectivo y los gritos de otros chicos que lo acompañaban. En el barrio los conocían. Iban todos los días por ahí. El chico que murió tenía apenas 11 años.

Personal de la seccional primera de Quilmes, que interviene en el caso, inició un sumario para determinar la responsabilidad del conductor. El cuerpo del chico había quedado ahí mismo, donde murió, tapado por los otros chicos, por sus amigos.

Deambulaban. Cuidaban autos. Pedían monedas. Vendían cosas de poco valor. Hacían, esos chicos que taparon en un último gesto amistoso el cuerpito del amigo atropellado, lo que hacen miles de chicos todos los días para conseguir comer o para ayudar a que los suyos coman. “Estaba siempre por acá con otros chicos. Viven casi todo el día en la calle y suelen estar hasta muy tarde, avanzada la madrugada, hasta que los bares cierran”, dijo la empleada de una pizzería de la cuadra. La crónica indica, por otra parte, que los vecinos coinciden en que las autoridades deben ocuparse de los menores que viven todo el día en la calle, “sin contención ni control”. La palabra control usualmente es usada después de la palabra contención, en estos casos. La palabra contención lava y suaviza la palabra que en realidad se quiere pronunciar, que es control. Es como decir: que alguien controle a estos chicos, que encima nos ofrecen el triste espectáculo de este accidente, que se vienen a morir acá, que alguien los lleve a su casa y los mantenga ahí, en sus casillas, hacinados, hambrientos, encimados, rabiosos, que alguien se ocupe de que se queden ahí, que es donde pertenecen, y que dejen de cruzar calles y que dejen de morirse tan desprolijamente en Quilmes Centro.

Fuente de datos: Quilmes a Diario 02-02-06


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