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(APe).- Un autor Chaqueño, otro misionero y un tercero rionegrino fueron los ganadores de los tres primeros premios del concurso de crónicas de infancia "Alberto Morlachetti". El jurado integrado por Ana Cacopardo, Adriana Genta, Alfredo Grande y Claudia Piñeiro, se expidió en las últimas horas del viernes, tal como estaba anunciado en las bases, y eligió las diez mejores crónicas entre las más de setenta llegadas desde todo el país.
El primer premio fue para la crónica "Un día cualquiera", de Fernando Pasarin, Resistencia, Chaco.
El segundo para "Los niños yunteros de la tierra roja", de Sergio Alvez, Posadas, Misiones.
El tercer trabajo elegido fue "Cuando vivir sólo cuesta vida", de Alejandro Palmas, Bariloche, Río Negro.
Las menciones especiales fueron para:
Bandidos en cautiverio. Mariana Romero, Santa Fe.
Si no hay amor que no haya nada entonces. Bernardo Penoucos, Azul, Provincia de Buenos Aires.
Una bolsa, un fierrito y un palo de escoba. Miguel Angel Muñoz, Lomas de Zamora.
Los fulgores de la muerte en el lomo del Bermejo-Roberto Lizárraga Díaz, Tucumán.
La risa de los tristes. Lisandro Amado – Mauro Sequeira, La Plata, Provincia de Buenos Aires.
Al borde de una infancia. Gabriela Loyola, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Mi escuela y yo. Alfredo Pérez, Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires
Nos enorgullece que hayan llegado trabajos -profundos y bellamente escritos- desde el Chaco a Chubut, desde Misiones a Río Negro, en una participación profundamente federal que habla de la inserción de nuestra Agencia de Noticias, pensada y creada por Alberto Morlachetti quince años atrás.
Por eso los invitamos a todos a compartir el pan nuestro de cada día el viernes 22 a las 17, cuando inauguraremos el Recreo Pelota de Trapo en homenaje a nuestro Poeta de los Niños. Será en Martinica y Arauz, Avellaneda. En ese marco entregaremos los premios del concurso.
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Agencia Pelota de Trapo instala su palabra en una sociedad asimétrica, inequitativa, que dejó atrás a la mayoría de nuestros niños y donde los derechos inalienables de la persona humana solo se cumplen para unos pocos elegidos por la suerte
