Cómo explicarles

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Por Silvana Melo

(APe).- Cómo hacer. Cómo explicarles un tiempo que siempre les es adverso.

Cómo decirles que cuando ellos andan en patas y en remera en pleno julio, pisando el suelo venenoso que pisan, no es porque ahorran gas: no tienen gas. Ni frazadas para envolverse. Ni una bolsita de sueños como combustible. No es porque ahorran electricidad: los funcionarios dicen que están colgados. No es porque en las casillas con puerta de nailon negro hay losa radiante. Es porque la garrafa es inalcanzable. Y de la garrafa nadie habla. Porque la garrafa es el unicornio de los pobres.

Cómo explicarles que el auto más vendido del semestre fue la Toyota Hilux. Si en el barrio no se ven. Salvo cuando anda el transa, muy de vez en cuando. Y siempre es mala señal.

Cómo podrán comprender que el presidente del Banco Nación va a repatriar unos pocos dólares suyos en el exterior como para zafar. Pero el resto quedará fuera de las fronteras de un país de arenas movedizas. Porque no confía. Cómo podrán comprender que la ex Presidente volvió a comprar los dólares que antes había vendido. Porque no confía en un país de arenas movedizas. Cómo, si en casa no es posible luz y alimento a la vez. Cómo, si en casa ya no es posible la carne ni el tomate ni la polenta calórica de agosto. Y no hay tiempo ni espacio para ensayar la confianza.

Cómo decirles que la historia de dos siglos de independencia que les contamos fue expulsada con gases y carros hidrantes para que vuelva a entronarse, gorda y despiadada, la historia oficial. Cómo explicarles a los ex combatientes que legitiman a golpistas y represores. Si nosotros les hablamos de los pibes morochos y hambrientos que mandaron a morir por nada. Cómo hablarles de héroes cuando los nuestros (y ellos mismos) siempre serán los antihéroes de esta historia. Cómo disfrazarle de patria a la banda de Estados Unidos musicando a nuestra independencia, cómo explicarles al rey de España cuando les dijimos que nuestra sangre es un río que se monta al río de la sangre de los originarios, cómo hablar de la Juana si está Rico, cómo hablar de Belgrano si el 9 de Julio se abraza con el Operativo Independencia, cómo definirles la sensación de liberarse de toda dominación extranjera si la liberación es angustia y mejor nos quedamos como estamos porque en el dominio del rey el oprimido tiene sus ventajas y hasta puede mudar a opresor más temprano que tarde.

Cómo explicarles que a este retazo de mundo austral que les estamos legando siempre lo gobernarán los ricos, que a las llaves de las fronteras que detestamos siempre las guardan ellos, que a todos nos clavan con lógica de tachuela un chip con el mandato de cuidarse del otro, que un colectivo no es un bondi sino una banda de sueños comunes para envolvernos como frazadas y salir, aunque sea agosto, a disputar la mañana.

Cómo explicarles si el formateo sistémico los arma para la rabia individual y el sueño americano. Aunque vivan en Fiorito o en los vertederos de Formosa. Cómo hacer para decirles que ellos son los prometeos que deberán robarles el fuego a los dioses baratos de este tiempo. Sin que sea más fuerte el presagio sombrío de que finalmente habrá un águila gendarme que les coma eternamente las entrañas. Cómo hacer para que sepan que habrá otra vida. Pero habrá que levantarla despacito. Hasta que sea una vida arrasadora. Imparable. Sin espacio para otro cielo que no sea el que amanece.

 

Edición: 3193


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