Comida judicial

Por Carlos del Frade

(APE).- La Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó al gobierno del primer estado argentino, el de la provincia de Buenos Aires, el más rico del país hecho de carne, leche y pan, que les brindara asistencia médica y alimentaria a seis chicos desnutridos, integrantes de dos familias del barrio La Matera, en el municipio de Quilmes.

"Estoy indignada. Nosotros no existíamos hasta que la Justicia determinó que nos debían atender. Desde ese momento empezó a venir un montón de gente a ofrecernos cosas. Hace un rato me propusieron darme un terreno. Creo que si pido una tele de 29 pulgadas me la traen", relató Karina Rodríguez, una de las mamá que pesa apenas 40 kilos.

Agregó la mamá que gana ciento cincuenta pesos al mes que "todo se complicó cuando se cerraron, hace dos años, los cinco comedores que funcionaban en el barrio".

El paisaje existencial del barrio es un parte de guerra: doscientos ocho chicos de treinta y tres familias tenían distintos niveles de desnutrición, según informó el relevamiento del llamado Centro Vecinal “Analía”.

En ese informe se basó la resolución de la Corte.

La decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación pone de manifiesto el desprecio por la vida desde las distintas áreas del estado bonaerense.

Que no es cualquier provincia, es la más poderosa de la Argentina.

De allí que es necesario remarcar la imperiosa urgencia de rescatar la política como una herramienta de transformación y no como una mera actividad profesional que juega a favor de las minorías que sostienen un entramado de relaciones sociales en donde los que son más están muy lejos de comprender el significado del verbo vivir.

Tuvo que llegar la orden del principal tribunal del país para que los ministerios de Salud y Desarrollo Humano de la provincia de Buenos Aires y la intendencia quilmeña enviaran veinte kilos de alimentos, colchones, electrodomésticos y un nebulizador, según consignan las fuentes periodísticas.

Algunos de esos funcionarios, en el colmo de las hipocresías, salieron a defender la cultivada indiferencia de años. Fue el caso de la coordinadora del Programa Materno Infantil del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, Flavia Rainieri: "Desconocemos la veracidad del informe que dio pie a esta causa judicial. Más aún, en la provincia de Buenos Aires lo que abundan son casos de obesidad por malnutrición y retardo de talla", admitió como quien habla de cifras, papeles y gráficos de computadoras.

Una vergüenza que solamente se entiende por el grado de desidia cultivada durante años de resignación de la labor política frente al imperio de las minorías prepotentes en dinero y otras formas de poder.

¿Qué tipo de orden judicial necesitarán los integrantes de los organismos del estado bonaerense para volver a nutrirse de ética, dignidad y rebeldía, elementos dietarios indispensables para hacer de la política un mecanismo de futuro y que deje de ser una herramienta de dominación y vasallaje?

Fuente de datos: Diario La Nación 31-05-06