Cielo negro

|

Por Alberto Morlachetti

(APE).- Quizás para Formosa y para muchos Raúl Roa sea esa muerte pequeña que se va en los olvidos. Que andaba según la cronología por los 14 años y los 10 kilos cerca de los pájaros que cantan presagios en el tiempo abundante de la noche.

Murió el 11 de mayo de una neumonía severa y un grave cuadro de desnutrición, en el Hospital de la Madre y el Niño, en la capital provincial, informaron sus familiares. Raúl Roa, pesaba menudas caricias: "soportó 13 paros cardiorrespiratorios en diez días”. Pero -quizás- quiso escaparse de su sombra que pesaba más que su cuerpo en un país que el corazón del trigo no late para todos.

En Buenos Aires el Ministro de Economía Lavagna declaraba -antes de ayer- que no es el momento de “aumentos de remuneraciones” ni de “dar más”, condenando las perturbadoras emociones del peligroso “populismo setentista”, esa época dorada para las ilusiones humanas. Las palabras que nombran nos dicen Agustín Tosco, Rene Salamanca, Rodolfo Walsh o Germán Abdala: calles abiertas para merecerlas despacio.

El ministro no es un caminante ni un peregrino que pueda escuchar el timbre de bronce de aquellas voces que encendían los pétalos como bandera y otorgaban sentido a la vida. Ministro de sendero negro y paso blanco, un dependiente del “capitalismo en serio” donde siempre asoman las cifras que pagan contribuciones de sangre que no pudo poner un sólo kilo de espigas en el cuerpo de Raúl Roa que pesaba sólo 10 kilos y había apilado apenas 14 años: llanto negro, silencio blanco.

Fuentes de datos: Diarios Clarín 17-05-05 / La Capital - Santa Fe 13-05-05


Suscribite

Suscribite al boletín semanal de la Agencia.

Sobre la fundación

Fundación Pelota de Trapo nació hace décadas para abrigar de las múltiples intemperies a niñas y niños atravesados por diferentes historias de vulnerabilidad social.

Sobre la agencia

Agencia Pelota de Trapo instala su palabra en una sociedad asimétrica, inequitativa, que dejó atrás a la mayoría de nuestros niños y donde los derechos inalienables de la persona humana solo se cumplen para unos pocos elegidos por la suerte